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·2 de octubre de 2024
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FC Bayern München se despide del invicto con una derrota por la mínima ante el Aston Villa por la segunda jornada de la fase de liga de la Champions League.
Los Bávaros habían comenzado la temporada con la confianza por las nubes. Si bien se midieron con equipos de menor calidad demostraron una capacidad de dominar y reducirlos a su mínima expresión. Incluso hizo lo propio en el último fin de semana ante Bayer Leverkusen, aunque no le alcanzó para conseguir la victoria. Sin embargo, hoy demostró una cara desconocida. Sobre todo porque se encontró con un Aston Villa valiente, combativo y que plantó cara en todo momento.
Sin ir más lejos, los primeros 45 minutos se jugaron bajo las reglas del conjunto inglés que se mostró sólido, compacto y ordenado en la última línea con su repliegue en 4-4-2. Así es como defendió en bloque y apostó a conceder lo menos posible. También los incomodó desde la presión, la intensidad y la disputa en la mitad de la cancha. No para monopolizar la pelota, sino con la idea de recuperar y salir rápido en transición.
Los envíos largos desde ese sector generaron preocupaciones en una zaga bávara mal parada en campo abierto. En especial a la espalda de un Upamecano que lidió con las corridas de Aaron Ramsey y la insistencia de Ollie Watkins. A los 22 minutos llegó el primer llamado de atención para los muniqueses. Pau Torres había convertido de puntín al palo lejano de Manuel Neuer, pero el tanto no subió al marcador por un fuera de juego previo de Ramsey.
Más allá de que llevaban la iniciativa no lograban imponer su dominio. La falta de generación de juego, profundidad y sorpresa explican su pobre producción ofensiva. De hecho, la única posibilidad llegó desde un remate de media distancia de Michael Olise que despejó Emiliano Martínez al córner.
Ante esto, Vincent Kompany movió fichas y metió a Jamal Musiala en lugar de un Kingsley Coman que no pesó en el juego. De ahí en más, el Bayern fue más lúcido con la pelota, presionó más alto y generó más oportunidades, al punto de probar la resistencia del Dibu Martínez.
No obstante, se rompió el cero sobre el final del complemento. Una contra de manual que empezó con un pase al espacio de Pau Torres en su propio campo terminó con una genialidad de Jhon Durán para batir a Neuer. El colombiano vio al arquero bávaro adelantado y no dudó ni un segundo para definir con una vaselina.
A raíz de ello, el Aston Villa retrocedió metros y se dedicó a defender el resultado en el cuchillo entre los dientes. Los Bávaros fueron a la carga y tuvieron dos chances para igualarlo. La más clara llegó sobre el minuto de descuento, pero se encontró con la figura del Dibu Martínez. El arquero argentino se vistió de héroe y atajó un cabezazo bien direccionado de Harry Kane.
El Bayern puso punto y final al invicto de Kompany. No solo eso, sino también terminó una racha de 41 partidos sin conocer la derrota en fase de grupos. De todas maneras, es una derrota que servirá como aprendizaje ante un rival que presentó exigencia y estuvo a la altura de las circunstancias.