Así se fabrica una fake new | OneFootball

Ayer por la mañana  una usuaria de Twitter contó con una historia a través de su cuenta personal, en la que a través de una conversación de Whatsapp con su madre explicaba como una serie de aficionados del Celta se habían dirigido a sus padres y otros seguidores madridistas, les habían arrancando por la fuerza una bandera de España y los habían golpeado.

La twittera prometía además hacer públicas las denuncias presentadas ante la Policía, que había recogido con pelos y señales lo sucedido en un atestado. Varios periodistas negaron que existiese tal informe, que esta usuaria, que se hacía llamar Julia Centeno, no presentó porque su cuenta aparece como borrada.

Parecía el final a una historia que a simple vista parece una invención, con la única intención de ganar seguidores o bien ensuciar la imagen del celtismo o del independentismo gallego. Pero entonces aparecieron los medios especialistas en difundir fake news. El primero de ellos La Razón, que varias horas después de que la cuenta de X estuviese cerrada, dio por bueno el testimonio y lo publicó, asegurando que existen esas denuncias policiales.  También el diario AS se hizo eco de la "noticia".

A partir de ahí otros usuarios de esta red social, afines a la ultra derecha, han replicado lo publicado, y ya son muchos los que se creen esta historia que, cuánto menos, parece tener varios cabos sueltos. El primero y más llamativo es que esa supuesta conversación de Whatsapp comenzó a las 19:32, y viene acompañada de una imagen del calentamiento, que no empezó hasta casi una hora después. Existe la posibilidad de que tenga un huso horario diferente, pero la supuesta denunciante es madrileña, y en su cuenta de Instagram publicó imágenes de ayer en una discoteca de la capital.

Los que ayer acudisteis a Balaídos pudisteis comprobar el enorme despliegue policial existente. Parece bastante extraño que pudiera suceder lo denunciado sin que ningún policía se hubiese enterado, mucho más tratándose de la zona en la que se encontraban los aficionados más "radicales", que cuenta con una mayor vigilancia policial. Por otro lado señalan que hay un atestado policial y un informe médico, pero se ven imágenes del interior del estadio. Es decir, que en un tiempo récord fueron atendidos por un equipo médico y llegaron a tiempo para el calentamiento, una hora y media antes del pitido inicial.

Si los hechos denunciados han sucedido son totalmente reprobables, como lo también es inventar una historia que nunca sucedió para dañar la imagen de una afición o de un pueblo.