Afición Central
·27 de agosto de 2022
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A última hora, en el minuto 87, entre la revisión del VAR, el Arsenal retuvo el liderato de la Premier League con el gol salvador de Gabriel Magalhaes, señalado en el 0-1 en contra del Fulham por un error y transformado en el héroe del triunfo, cuando remachó la fallida salida del portero Bernd Leno para impulsar el 2-1, culminar la remontada iniciada por Martin Odegaard y superar una tarde comprometida.
Presionado por las victorias un rato antes del Manchester City, el Manchester United, el Liverpool y el Chelsea, aplacado durante muchos minutos por el Fulham en el estadio Emirates, con sufrimiento hasta el último instante, el Arsenal demostró superación, rebeldía y carácter para levantar un marcador adverso, reponerse a sus propios errores y sostener su camino hacia su mejor inicio de siempre en la 'Premier': los seis triunfos de 1947-48. Ahora enlaza cuatro. Es el único que lo ha ganado todo esta campaña.
En el partido cien en esa competición de Mikel Arteta (53 victorias), fiel a la tradición de que el Fulham nunca ha ganado en su historia en el territorio del Arsenal, insistió e insistió, sin tanta cantidad de ocasiones como otras veces y a ratos con el anhelo de versiones más liberadas de los marcadores del Fulham de futbolistas tan determinantes para su funcionamiento como Martin Odegaard, Gabriel Martinelli o Gabriel Jesus.
Pero siempre con ese ritmo reiterativo con el que se mueve por las alturas de la clasificación, con la posesión, la verticalidad y la ambición que lo transforman en un equipo amenazante, y con la capacidad de reponerse a una escena que no había visto en todo este curso.
En la primera hora, nadie hasta ahora en este comienzo del ejercicio en la 'Premier' había rebajado tanto el número de ocasiones del bloque de Mikel Arteta, que casi siempre chocó con alguna pierna rival en sus apariciones por el área visitante, ni nadie se había puesto por delante en el marcador contra él en las tres jornadas precedentes (había ganado 0-2 al Crystal Palace, 4-2 al Leicester y 0-3 al Bournemouth), hasta que lo hizo el Fulham y su goleador, Aleksandar Mitrovic, que marcó su cuarto tanto en cuatro partidos.
El error fue de Gabriel Magalhaes, señalado por la desproporcionada salida de balón que propuso el Arsenal ante la presión de su adversario. Cuando él controló dentro del área, Mitrovic intuyó la oportunidad. Su control y su osadía en el regate confirmó la 'mina' que había encontrado el delantero, que interpuso su cuerpo, se adueñó de la pelota y batió a Aaron Ramsdale con un derechazo cruzado. Inimaginable en el nivel actual del Arsenal.
Pero los Gunners no son una máquina perfecta. Ya ha evidenciando en su secuencia de triunfos algún que otro descuido en su retaguardia, enmendado por sus cualidades ofensivas; este sábado con cierta fortuna, aunque ya había propuesto lo suficiente como para sentirse acreedor del empate. Bernd Leno negó el gol en el primer tiempo, aún con 0-0, a Bukayo Saka. Después, a Odegaard y a Gabriel Jesús, todavía también con igualdad.
La respuesta al 0-1 fue veloz del Arsenal. También afortunada. Probablemente, el tiro de Martin Odegaard podría haber sido gol con la trayectoria natural, pero indudablemente fue el 1-1 porque el rebote en Adarabioyo cambió la dirección del balón de forma decisiva para desubicar a Leno. Era el minuto 63. Pero tampoco era una certeza para el equipo local, que aún aguantó el arrebato ofensivo del Fulham, repelido por una gran parada de Ramsdale.
Después fue el turno del Arsenal, lanzado hacia el ataque, con la actividad de Eddie Nketiah como un incordio constante para la zaga del Fulham y con nuevas intervenciones de Leno, que falló a última hora, en el minuto 87: salió en un córner, despejó al aire, el balón chocó en William Saliba (se revisó en el VAR por una supuesta mano) y le quedó en los pies a Gabriel Magalhaes para firmar la victoria que él mismo había complicado a su equipo. EFE