Aranda: «Irme al Sevilla fue el peor error de mi vida» | OneFootball

La historia del Sevilla FC está compuesta por varios futbolistas que fueron importantes tras su paso por el conjunto hispalense, dejando algunos de ellos muy buenas noticias. Carlos Aranda fue uno de esos jugadores que tuvo cierta importancia y que, además, hasta hace poco, era histórico por jugar en muchos más equipos de primera división, como son Villarreal, Albacete, Sevilla, Numancia, Osasuna, Levante, Zaragoza y Granada. Algo que, según él mismo aclara, deja clara su inestabilidad.

Carlos Aranda y el Sevilla FC

Carlos Aranda se convirtió en una de las noticias de la época tras su llegada al Sevilla FC en la temporada 2004-2005 de la mano del por aquel entonces presidente Del Nido y consiguió anotar un total de cuatro tantos en los 21 encuentros disputados. Al comienzo de la siguiente temporada, el jugador fue cedido tras la llegada de jugadores como Saviola o el histórico Kanouté, que aportaron grandes hechos al conjunto hispalense.

Carlos Aranda (R) de Sevilla intenta regatear a García Calvo durante el partido de Primera Liga entre el Atlético de Madrid y Sevilla en el Calderón (Photo by Denis Doyle/Getty Images)

Aranda se refería al expresidente en una reciente entrevista con el medio Relevo, siempre con unos buenos términos. Declaraba que «si ese presidente estuviera ahora mismo en el Sevilla, el Sevilla no estaba en esa situación». Aprovechaba también la ocasión para alabar la gestión que fue capaz de realizar: «El tío gestiona el club como nadie y al final tú tienes que tener alguien que te gestione bien el club». Aun así, dejaba clara su opinión al respecto de una posible venta: «Si el padre se dedicara a querer ser presidente y no quiere vender el club, el padre sería un pedazo de presidente».

Los errores cometidos

No todo fueron buenas noticias para Carlos Aranda en su etapa en el Sevilla FC y el propio futbolista así lo reconoce. Cometió un error que echó por tierra lo logrado hasta el momento y así lo reconocía: «Me fui de marcha un domingo, el lunes entrenábamos y el martes viajábamos. El lunes no fui a entrenar, el martes fui a la comida y Caparrós me cogió y me echó una bulla… Y yo en vez de coger y aceptar, ¿sabes lo que hice? Pues mira, si no estás contento conmigo, me vendes o me cedes o haz lo que te dé la gana».

Tras acabar esa temporada llegó otro dilema, pese a la marcha de Caparrós, y es que se produjo una conversación clave con Monchi. En dicha conversación quedaron claros los planes del club y el jugador reclamó por su salida: «Yo me quiero ir al Albacete otra vez». A su vez, asumía su gran error: «Otro error mío. Ahí es cuando me apartan, yo me tenía que haber quedado en Sevilla».

Aunque para él mismo su mayor fallo lo cometió al tomar la decisión de fichar por el Sevilla FC, debido a la cercanía con su tierra natal: «Me voy a Sevilla que está cerca de mi casa». El jugador explicaba así el motivo de su error: «Ese fue el error más grande de mi vida, porque estoy cerca de Málaga y estoy cerca de mi gente. ¿Qué pasa? Que yo no me centro en lo que me tengo que centrar. Cuando yo voy a Sevilla me encuentro un grupo muy familiar, pero me encuentro Málaga cerca. Yo, cuanto más lejos estuviese de Málaga, mejor rendía. La gente de Sevilla ve a los jugadores del Sevilla y del Betis como si fueran los del Madrid, y el que yo fuera a los sitios y me trataran como una estrella a mí me mató. Yo prefería ir a un sitio que me vieran bien como jugador y mi familia cerca y mis amigos cerca, porque vivía de noche. Yo estaba más pensando en las mujeres y en la noche que en el fútbol, por eso en Albacete yo lo pasé muy bien, porque estaba pensando en el fútbol».