Antonio Conte y el zugzwang del Tottenham Hotspur | OneFootball

«Estás encontrando una coartada, otra coartada», dijo Antonio Conte cuando se le preguntó sobre su futuro, su voz subiendo lentamente unos decibelios en su rueda de prensa tras el empate 3-3 del Tottenham con el Southampton.

Inexplicablemente, los Spurs, bueno, tal vez no inexplicablemente, que es el quid del problema, desperdiciaron una ventaja de dos goles en el peor equipo de la Premier League con 15 minutos para el final del juego.

«Tratas de encontrar una excusa para los jugadores. Está bien, sigue haciendo esto, para encontrar una excusa para los jugadores. ¡Haces solo esto! Solo haces esto. Excusas para los jugadores», exclamó Conte a los varios periodistas en su presencia en St Mary’s, insistiendo en que este colapso no fue su culpa.

«‘Pero los jugadores, tal vez, mi futuro, luego perdimos la confianza, perdieron el espíritu, perdieron el ser un equipo’. Excusas. Excusas. Excusas. Trate de protegerlos cada vez.

«Bah. Vamos, vamos, vamos. Somos profesionales. El club nos paga mucho dinero. Los jugadores reciben dinero, yo recibo dinero, ¿entiendes? No para buscar excusas o no mostrar espíritu o mostrar sentido de la pertenecer o no mostrar sentido de responsabilidad porque estamos mostrando esto. Para mí esto es inaceptable porque para mí es la primera vez en mi carrera que veo una situación como esta. Hasta ahora no pude cambiar, no a cambiar, pero en comparación con la temporada pasada, la situación empeoró».

El entrenador en jefe que arroja a sus jugadores debajo del autobús es solo una señal reveladora de que alguien quiere dejar su trabajo. Pero ir tras los dueños del club es algo raro, una joya escondida entre los colapsos.

«Por qué esta pasando esto? Porque están acostumbrados aquí, están acostumbrados», continuó Conte. «No juegan por algo importante, sí. No quieren jugar bajo presión, no quieren jugar bajo estrés. Es fácil de esta manera. La historia del Tottenham es esta. 20 años ahi esta el dueño y nunca ganaron algo pero porque? ¿La culpa es solo del club, o de cada entrenador que se queda aquí? He visto a los entrenadores que tenía el Tottenham en el banquillo. Te arriesgas a trastornar la figura del técnico y a proteger la otra situación en todo momento».

Al final de un monólogo que generó titulares y rompió el legado, Conte replicó: «Estoy realmente molesto y todos tienen que asumir su responsabilidad.

«No solo el club, el entrenador y la plantilla. Los jugadores tienen que estar involucrados en esta situación porque es hora de cambiar esta situación si el Tottenham quiere cambiar. Si quieren seguir así, pueden cambiar de entrenador». muchos gerentes, pero la situación no puede cambiar. Créanme».

Era el secreto peor guardado del fútbol antes de que Conte saliera del Tottenham al final de la temporada. Ahora es un misterio que todavía esté en el trabajo.

Después de un fuerte final de la temporada 2021/22, uno en el que los Spurs mostraron una crueldad entretenida que llevó a sugerencias de un título este año, Conte ha deshecho gran parte de su buen trabajo. Los resultados de Tottenham han retrocedido junto con su nuevo estilo de juego prehistórico, eliminado de tres competiciones de copa por tres equipos que realmente deberían haber vencido.

Las críticas de Conte al equipo de juego y la propiedad son válidas. Sería una tontería tratar de luchar contra ellos. El problema es la posición desde la que habla y huye, tanto problema y perjuicio para el club como cualquiera de los otros factores a los que culpa, nombra y avergüenza.

Si bien Tottenham de alguna manera ocupa el cuarto lugar en la tabla de la Premier League, están atrapados en reversa y es una posición falsa. Tienen un entrenador en jefe que no se compromete, una lista de bajo rendimiento y con poca confianza, un director de fútbol que pronto podría ser expulsado del juego, un presidente, con razón o sin ella, que se vuelve más impopular cada día.

Mientras que el mandato de José Mourinho simplemente se desvaneció con apatía hace dos años, Conte parece decidido a salir en un estallido de antigloria y está empeñado en derribar a todos con él.

Ahí quizás radica lo único positivo de este lío. Después de cuatro años de fracaso en la era post-Mauricio Pochettino, ahora es innegable que los Spurs han fracasado en sus intentos de reemplazarlo. Deben reconocer que eran un club entre los cuatro primeros que necesitaban reconstruirse para alcanzar el siguiente nivel y ese sigue siendo el caso.

Tottenham debe retroceder algunos pasos si quiere avanzar nuevamente y aceptar que estos coqueteos para acelerar la conquista de la plata fueron atroces. Están a unos meses de la ventana de transferencia: el primer paso debe ser identificar un entrenador en jefe adecuado para liderar y reunir al club.

Conte y Mourinho no estaban a la altura de las necesidades de los Spurs, pero sus fracasos no son de ambición. De hecho, es todo lo contrario. Daniel Levy ha dicho que pensaba que el enigmático portugués seguía siendo «uno de los dos mejores entrenadores del mundo» en el momento de su nombramiento, una grave indiscreción para alguien que en ese momento estaba a cargo de las operaciones futbolísticas.

Su decisión de traer a Conte fue más comprensible considerando su éxito más reciente y su capacidad para elevar el nivel de los equipos sin calidad de estrella en todas las posiciones. Pero no debieron haber confiado en que él se quedaría a largo plazo, para que ellos fueran el club en el que finalmente dejaría atrás sus preferencias a corto plazo.

La buena noticia para el Tottenham es que todavía hay varios entrenadores de primer nivel que estarían interesados ​​en suceder a Conte: parece que Luis Enrique está interesado, el deseo de Pochettino de regresar es bastante obvio, y esta no debería ser una situación como en 2021 cuando el puesto recayó en Nuno Espirito Santo.

Ralf Rangnick insistió el año pasado en que el Manchester United necesitaba una ‘cirugía a corazón abierto’ después de la peor temporada de su historia en la Premier League, y el nombramiento de gerente correcto fue seguido por una acción rápida e inusual en el mercado de transferencias. Los Spurs están en crisis y con una tendencia a la baja, pero no durará para siempre, y ni siquiera tiene que durar mucho más.