Ancelotti le ha puesto la cruz: Iba para fenómeno mundial y se ha estancado | OneFootball

Se llama Iker Bravo, juega en el Juvenil A del Real Madrid y tiene el morbo de ser catalán y de la cantera de La Masía. Hasta hace apenas unos meses en el Real Madrid le veían como el 9 alternativo a Benzema. Su rendimiento era prodigioso y su progresión constante. Sin embargo, se ha estancado y Ancelotti le ha puesto la cruz. Prefiere a otros del Castilla antes que a él, que ha dejado el filial para jugar en el Juvenil A con Arbeloa.

Dos expulsiones en tres meses

Ya lleva dos expulsiones en los tres meses de temporada oficial que se han disputado. Ayer le expusaron por dos amarillas. La primera "por intentar golpear a un rival con el pie sin estar el balón en juego ni en disputa" y la segunda por protestar al árbitro después de haber sido advertido por Arbeloa sobre esta circunstancia.

El problema es que la expulsión se produjo en el minuto 49, con empate a uno en el marcador, y su ausencia ocasionó la derrota  ante el Valladolid por 3-1 del equipo de Arbeloa.

Iker Bravo está cedido en el Real Madrid por el Bayer Leverkusen. Su primera temporada no alcanzó el nivel que se esperaba de él, pero en los últimos compases dejó buen sabor de boca y se amplió un año más la cesión con la esperanza de que ésta fuera la temporada de su explosión con vistas incluso al primer equipo.

Pero Ancelotti ya no cuenta con él, de la misma forma que tampoco era santo de la devoción de Raúl, por lo que pasó del Castilla al Juvenil A, en donde se ganó la titularidad en los siete primeros encuentros de la temporada, anotando tres dianas y dando una asistencia a sus compañeros.

¿Se le han subido los humos a Iker Bravo?

Pero fue expulsado en la quinta jornada por dos tarjetas amarillas: "por encararse con un adversario sin llegar al insulto o la amenaza" y  "por una entrada temeraria en la disputa del balón". A partir de entonces dejó de jugar, hasta que volvió al equipo con actuaciones decepcionantes hasta que Arbeloa no ha tenido más remedio que sentarle en el banquillo.

Y ante el Valladolid recuperó la titularidad. Pero lejos de aprovechar su oportunidad, dejó a sus compañeros emn inferioridad numérica en el minuto 49 por una doble amarilla. Su futuro en el Real Madrid parece firmado. No seguirá.

Cuentan fuentes próximas a Valdebebas que el problema de Iker Bravo es que se le subieron los humos cuando estuvo en el candelero del primer equipo la temporada pasada y ahora lleva muy mal su ostracismo en el Juvenil A.