Ancelotti empieza a cansarse del ‘tema Hazard’ y tiene claro quién es el culpable | OneFootball

“Deberías preguntarle a él”, fue la frase de Eden Hazard que volvió a poner a Carlo Ancelotti en un lugar donde el italiano nunca ha pedido, buscado o querido situarse. Las quejas sobre el papel del belga son pan de cada día, pero el entrenador del Real Madrid ve incongruencias en la novela y no duda de donde viene una campaña que empieza a hartar al cuerpo técnico de los blancos.

Su nueva suplencia y ausencia de minutos ante el Osasuna confirma que tendrá que trabajar como nunca para meterse en los planes de un equipo que ha cabalgado sin su fútbol desde hace varios años, que no espera a nadie y del que igualmente cabe recalcar que nunca se ha quejado. El ‘caso Hazard’ tiene molesto a Carlo Ancelotti, más no con un jugador cuyo comportamiento ha sido intachable.

El extremo de 31 años jamás ha entrenado con desgana, nunca ha puesto malas caras por Valdebebas y mucho menos ha hecho algún desplante al entrenador que buscó nuevamente en el inicio de curso que fuese importante. Ancelotti empieza a sacar sus propias conclusiones sobre todo lo que envuelve a su pupilo y tiene en claro de donde parte una campaña en su contra que tiene pocos o ningún fundamento sobre el césped.

El enemigo no está en casa

Qatar 2022 se encuentra a la vuelta de la esquina, las selecciones esperan que sus estrellas lleguen con rodaje y cada vez que Hazard ha viajado con Bélgica el tema ha vuelto a ver la luz del día. La ecuación es clara puertas adentro del Real Madrid, Bruselas y Los Diablos Rojos son quienes se encuentran detrás de una serie de quejas hacía el entrenador del vigente campeón de Europa que poco o nada tiene que ver con lo que Ancelotti ve en Eden cada jornada.

Cansado de ver como se cuestiona su papel y el de su pupilo cada vez que la Copa del Mundo se convierte en tema de conversación, Carlo Ancelotti y el Real Madrid tienen en claro que solo jugarán los mejores y quienes más lo merezcan, así como que la campaña para desprestigiarles no parte desde el corazón de Valdebebas. El enemigo no está en casa.