La Colina de Nervión
·27 de noviembre de 2024
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El equipo de Manolo González atraviesa una situación preocupante en este tramo de la temporada. Los pericos son incapaces de reaccionar ante una crisis de resultados, en la que solo han conocido la victoria en 3 ocasiones de las 14 jornadas disputadas. La última derrota concedida refleja todavía más esa pésima gestión del RCD Espanyol en el mercado de fichajes. Los resultados no se dan y los cálculos empiezan a ponerse cuesta arriba, así como los goles de sus delanteros que tampoco llegan. Ni Alejo Véliz, Cardona o Walid Cheddira han sido capaces de levantar a su equipo. Solo el capitán, Puado, está tirando del carro y no es suficiente con ello.
El grupo sigue mermado por la incapacidad de conseguir una reacción a tiempo. La poca solidez defensiva que ofrecen, la falta de conexión en algunos espacios del terreno de juego y la falta de acierto han condenado al equipo. Penúltimos en la clasificación, solo están por encima del Real Valladolid, otro de los equipos que también ascendió durante el pasado curso. Mucho deben cambiar las cosas en Cornellà, aunque la continuidad de Manolo González es una probabilidad si no hay una reacción inmediata. Esa información proporcionada por Quique Iglesias, sigue sobrevolando el RCD Stadium y el partido frente al Celta de Vigo puede ser clave para tomar decisiones.
Pese a que desde dentro se intenta mandar un mensaje de tranquilidad y confianza tal y como avanzan algunos medios como Marca, hay otros compañeros de la prensa como Pericos Marca que refuerzan la idea que el entrenador está molesto con el rendimiento de algunos miembros de la plantilla y de cara al próximo fin de semana, se pueden precisar algunos cambios en el once. A falta de conocer qué modificaciones serán, poco se explica la apuesta del RCD Espanyol en el mercado de fichajes por ciertos jugadores.
Ante la imposibilidad de cerrar a algún jugador en propiedad, debido a las estrictas circunstancias económicas, el director deportivo apostó por la fórmula de las cesiones. Garagarza impresionó con hasta 8 incorporaciones en verano, que apuntaban a ser piezas claves en el futuro del club. Sin embargo, ese handicap de ser a préstamo ya presagiaba que su relación no iba a poder durar demasiado tiempo. Si dependiera de algunos, muchos de los fichajes del pasado mercado del RCD Espanyol ya estarían fuera, sin la necesidad de esperar al término de la presente temporada. Hasta el momento pocos han convencido y no se espera que pueda haber segundas oportunidades.
En esa situación se encuentran varios perfiles del vestuario, como el delantero marroquí, Walid Cheddira. El jugador, que procede del Nápoles, está saliendo rana. Llegó de los últimos a Barcelona y siempre le ha costado entrar en los planes de Manolo González. De hecho, solo ha jugado de titular en 3 partidos. El resto poco tiempo ha tenido para demostrar su valía y en el último choque ante el Girona FC ni prestó sus servicios al quedarse todo el tiempo en el banquillo. Sorprende que este haya sido el único partido en el que no haya tenido minutos, pero esta situación puede ser la tónica habitual en los días siguientes.
De la reacción que busca Manolo González, puede que Walid Cheddira no entre en sus planes. No sería de extrañar a razón que su aportación está siendo nula con los blanquiazules. 0 goles en 10 partidos disputados, demuestra que algo falla en la dinámica del jugador. Tal y como rescataba La Grada, en su presentación en verano, el chico ansiaba poder marcar muchas dianas, pero nada de esto ha sido así. Los ojeadores del RCD Espanyol se decidieron por él debido a la gran expectación que había generado en Italia.
El once del RCD Espanyol en la visita al Santiago Bernabéu I Foto de: Florencia Tan Jun/Getty Images
Su paso por el Frosinone, donde jugó cerca de 36 partidos, fue de lo más destacado de su carrera. A sus 26 años era el héroe de ese modesto equipo del Calcio que acabó descendiendo a la Serie B, -la mala fortuna se está cebando con ellos y ahora son últimos de la segunda división italiana-. Cheddira se salió por aquel entonces y funcionó para convencer a un RCD Espanyol necesitado de pólvora arriba. Sin embargo, parece que erró el tiro trayéndolo hasta Barcelona.
El precio que depositó el Nápoles por él hace apenas un par de años, 7 millones de euros al Bari, dejaba entrever del potencial talento que tenía el punta. Además, su registro de goles en sus 2 últimas temporadas ya llamaban mucho la atención con 8 y 22 dianas, respectivamente. Sin embargo, en el presente curso está seco. No sabe lo que es marcar en LaLiga y, sin apenas opciones, su paso está siendo muy discutido a la par que discreto.
Su función como revulsivo era eléctrica a principios de temporada, pero aquello tan solo fueron diluidos destellos de luz que no se le han vuelto a ver. El buen marketing que tenía el futbolista acabó por acarrear un grave problema al RCD Espanyol en el mercado de fichajes, que no levanta cabeza de cara a puerta. Solo 12 goles han celebrado en lo que va de curso, una cifra muy alejada de lo que se esperaba de este jugador que apuntaba a tener un papel destacado en el club.
Su paso está generando mucha polémica. Con el objetivo de darle la vuelta a la situación se espera que pueda haber ese arreón de Manolo González para despertar a Walid Cheddira y al resto y así salir del descenso.
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