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·29 de junio de 2024
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El Signal Iduna Park ha acogido uno de los partidos más emocionantes y acontecidos de la Eurocopa hasta la fecha. Alemania y Dinamarca midieron fuerza en una noche protagonizada por una fuerte tormenta eléctrica que propició la suspensión del enfrentamiento por 21 minutos y que dejó a la selección anfitriona con el boleto directo a los cuartos de final, donde esperarán a España o Georgia.
A los de Julian Nagelsmann les costó más de lo que esperaban y quedó demostrado que no hay selecciones 'favoritas' ni 'superiores' cuando suena el pitazo inicial. Después de un comienzo arrollador de los germanos, con un Toni Kroos moviendo los hilos y llevando la batuta de su equipo, el '8' mandó un centro medido para que Schlotterbeck mandara el balón a guardar, pero no subió al marcador por una falta de Gündogan en la jugada. La reacción fue seguir atacando como si no hubiese mañana, pero Schmeichel 'deshizo' las ilusiones de los anfitriones de la Eurocopa. Aguantó lo que pudo.
El ritmo que imprimían los alemanes era muy alto, pero imposible de mantener durante todo el partido. Dinamarca comenzó a adelantar líneas y buscar acercarse a Manuel Neuer, pero no estuvieron finos en el último pase. Firmaron varias ocasiones antes de que, en el minuto 34, Michael Oliver anunciara la suspensión provisional del encuentro. La tormenta eléctrica que estaba teniendo lugar en Dortmund encendió las alarmas después de una serie de relámpagos en las cercanías del Signal Iduna Park.
Los jugadores estuvieron por más de veinte minutos en los vestuarios mientras mejoraban las condiciones meteorológicas y, al regresar, Havertz rozó el primero con un cabezazo que rechazó Schmeichel. En la siguiente jugada, fue Schlotterbeck el que mandó el balón fuera, por muy poco. Los daneses tuvieron una oportunidad de oro con un Hojlund que mandó un latigazo que se estrelló en el lateral de la red. La historia se resolvió, con sufrimiento, en la reanudación.
Y es que Alemania pasó del infierno al cielo en cuestión de minutos. Poco después del comienzo de la segunda mitad, Andersen adelantaba a Dinamarca y desató la locura en Dortmund, pero después de una revisión del VAR, se anuló por un fuera de juego previo de Delaney. Exactamente dos minutos después, la tecnología pasaba a revisar un penalti por mano de Andersen, tras un centro de Raum, que acabó convirtiendo fríamente Kai Havertz. Se vistió de héroe de los alemanes y dio la llave para que Alemania dejara atrás los nervios y se hiciera con las riendas del partido. Él mismo tuvo el segundo, en un mano a mano con Schmeichel, pero Jamal Musiala acabó 'sentenciando' el partido: Conectó un balón, a la espalda de la defensa danesa, para batir al guardameta y señalar el camino hacia los cuartos de final.