Al Zaragoza le infecta el Virus FIFA | OneFootball

El viento de la selección no avisa. Llega con fuerza. Samed Baždar, delantero joven del Real Zaragoza, fue convocado por la selección de Bosnia para disputar los partidos clasificatorios para el Mundial 2026. Serán frente a San Marino (6 de septiembre) y Austria (9 de septiembre). Una noticia que ilumina con orgullo su carrera. Aunque a su vez deja un hueco inmediato en el ataque zaragocista.

El Zaragoza necesita recuperar a su hombre gol

Ante el Real Valladolid, el segundo encuentro oficial en el Ibercaja Estadio, el Zaragoza deberá recomponer su delantera sin Baždar. El atacante ha comenzado con participación esporádica esta temporada. Entró al primer partido —debut liguero frente a la Real Sociedad B— en el minuto 88. Confirmando que empieza el curso como sorpresa más que como referencia.

Se esperaba ver al delantero como titular en Anoeta y, sin embargo, apenas se le vio unos pocos minutos al final. Tampoco fue de la partida Soberón de inicio. En definitiva, la delantera del Real Zaragoza no parece aún definida.

El duelo en el que no estará con el Zaragoza

La convocatoria internacional le ofrece al jugador un brillo intangible. Pero al conjunto aragonés le arrebata potencial. Para un equipo que está construyéndose partido a partido, perder a una pieza como él —que puede golpear también desde el banco— es un golpe pronunciado. La puerta del Ibercaja Estadio se abre por segundos al mundo. Pero se cierra para el equipo que ayer le esperaba para batallar junto a sus compañeros.

Ausencia que pesa, futuro que seduce

En este contexto cambiante, la selección llama cuando menos conviene. Y la camiseta que uno viste se debate entre el orgullo nacional y la urgencia del club. La ausencia de Baždar será sentida, sí. Pero también se convierte en estampa de ambición. Un joven que viaja hacia lo grande mientras el Zaragoza lo espera ver volver, más hecho, más listo. Y quizás incluso con más fuego para encender LaLiga Hypermotion.

Porque el fútbol no es solo quién no está, sino por quién late la grada en su ausencia. Y el corazón zaragocista late esperando su regreso.