¡Al carrer! Pedrerol despide a dos estrellas de El Chiringuito | OneFootball

No queda claro si estamos ante un caso de censura o de autocensura. Lo que es una realidad es que las críticas a Vinicius han servido para que Pedrerol despida de El Chiringuito a dos de sus colaboradores estrella: Cristóbal Soria y Pedro Bravo.

Contra el Barça vale cualquier bufonada

El programa se emite desde Madrid y está en la órbita de Florentino Pérez. Contra el Barça vale todo. Incluso las payasadas, los bailes y las mofas de sus colaboradores, que se llaman periodistas. En cambio, no valen las críticas contra el Real Madrid. Eso está prohibido. Y cuando se produce, el crítico siempre está en inferioridad ante cuatro radicales madridistas que se le echan encima superando a gritos y decibelios cualquier debate que se abra.

Cristóbal Soria se hizo famoso por sus críticas a Vinicius y ahora Pedrerol le pasa factura. No cabe en su programa. No se puede criticar a Vinicius ni a nada ni nadie que sea del agrado de Florentino Pérez. Y también ha sido despedido Pedro Bravo, el agente de futbolistas que cometió la "torpeza" de pedirle a Vinicius que no "hiciera el mono" en el derbi madrileño del Metropolitano.

Pedrerol ha quedado retratado

Así las gastan en Madrid en el programa que le saca punta a todo... menos a los audios en los que Florentino Pérez rajaba contra todo y todos, incluidos los mitos históricos del madridismo.

Y la audiencia también se ha pronunciado. Esa audiencia que babea con las burlas de los actores de El Chiringuito contra el Barça, no soporta que alguien pueda pensar que algo del Real Madrid no sea lo muy mejor y mucho mejor del mundo mundial.

Pedrerol ha quedado retratado, asumiendo que su programa de debate no es abierto y plural. Vale todo contra el Barça y nada contra el Real Madrid. Cosas más gordas se han dicho contra el Barça y contra Messi y nadie ha salido despedido.

Hasta Wikipedia se ha hecho eco del despido de Pedro Bravo y de Cristóbal Soria. Ambos aparecen como excolaboradores de El Chiringuito.

En Madrid las cosas son así.