Diario La Escuadra
·13 de diciembre de 2024
In partnership with
Yahoo sportsDiario La Escuadra
·13 de diciembre de 2024
El regreso del «juego bonito» al Real Betis ha sido una de las mayores sorpresas y alegrías para los aficionados verdiblancos en los últimos tiempos. Y gran parte de esta revitalización se debe a la impactante incorporación de Abde Ezzalzouli, conocido simplemente como Abde.
Desde su llegada al club en calidad de cedido por el FC Barcelona, el joven extremo marroquí ha sido una pieza clave que ha devuelto el dinamismo, la creatividad y la frescura a la plantilla bética.
Abde, de tan solo 21 años, llegó al Betis en busca de minutos y experiencia que le permitieran consolidarse como jugador profesional. Pese a su corta edad, su talento era indiscutible y ya había mostrado destellos de calidad en su etapa como cedido en el Osasuna la temporada anterior. La directiva bética apostó fuerte por él, viendo en su potencial una manera de rejuvenecer y enriquecer la plantilla.
Desde su debut con el Betis, Abde ha demostrado una impresionante capacidad para enlazar el juego ofensivo. Su estilo es directo y atrevido; no teme encarar a los defensores rivales, provocando la ruptura de líneas defensivas y abriendo espacios para sus compañeros. Con una técnica depurada y una velocidad endiablada, su estilo de juego recuerda al «juego bonito» que tanto se ha echado de menos en el Villamarín.
Abde ha encajado a la perfección en el esquema táctico de Manuel Pellegrini. El entrenador chileno, conocido por su enfoque ofensivo y su preferencia por un fútbol dinámico y de posesión, ha sabido sacar el máximo partido de las cualidades de Abde. Su habilidad para romper por las bandas y su visión para asistir en la creación de jugadas ofensivas han convertido al Betis en un equipo mucho más impredecible y peligroso.
El extremo marroquí ha sido una constante amenaza en los partidos, ya sea con desbordes veloces, regates precisos o buscando el pase en profundidad para los delanteros. Su combinación con jugadores como Nabil Fekir y Borja Iglesias ha sido particularmente efectiva. La química que ha desarrollado con estos futbolistas ha dado como resultado una mayor fluidez en el ataque bético, revitalizando el «juego bonito» que caracterizó al club en su época dorada de los años 70 y principios de los 2000.
A pesar de su juventud y de estar acostumbrado a una liga diferente, Abde ha mostrado una madurez y una adaptabilidad sorprendentes. Su habilidad para leer el juego y su capacidad para acelerar el ritmo cuando el equipo lo necesita han sido cruciales para el Betis, especialmente en momentos donde se requería cambiar el guion de los partidos.
La presencia de Abde también ha tenido un impacto positivo en la motivación de sus compañeros. Su energía y su disposición para arriesgar han contagiado al resto del equipo, estimulando una atmósfera positiva y de trabajo en equipo dentro del vestuario.
Además, ha demostrado que no tiene miedo a asumir responsabilidades en los momentos clave, contribuyendo tanto en la creación como en la finalización de las jugadas.
También es conocido por su velocidad y su habilidad para desbordar a los defensores con regate y aceleración. Es un jugador que prefiere encarar uno contra uno y driblar para abrirse espacios. Su juventud y frescura le permiten mantener un ritmo frenético en el ataque, constantemente buscando penetrar la defensa rival y generar oportunidades de gol tanto para él como para sus compañeros.
El marroquí es un extremo muy vertical, que utiliza su rapidez para romper líneas defensivas y crear espacios donde antes no los había. Su estilo de juego es directo y audaz, lo que añade una dimensión inesperada al ataque del Betis. Además, su capacidad para encontrar el último pase y asistir a los delanteros es una de sus mayores cualidades. Es un jugador que aporta frescura y energía a la ofensiva del equipo, siendo capaz de cambiar el ritmo de los partidos con una sola jugada.
Con contrato con el Barcelona hasta 2026, el futuro de Abde aún es incierto. Sin embargo, su rendimiento con el Betis ha sido tan destacado que muchos aficionados ya sueñan con su permanencia en el club. No solo por su contribución en el presente, sino también por el gran potencial que representa para el futuro.
El «juego bonito» que tanto se añoraba en el Villamarín ha vuelto con Abde. Su estilo eléctrico y atrevido ha revitalizado la identidad del equipo, llevándola de nuevo a los primeros planos del fútbol español. Mientras el joven marroquí siga con su progresión y mantenga su nivel de juego, no cabe duda de que será una pieza fundamental en los planes del Betis para los próximos años.
En resumen, la historia de Abde en el Real Betis es una de las grandes historias de éxito de la temporada. Su influencia en el campo ha sido crucial para devolver la alegría y el buen fútbol al Villamarín, haciendo que el equipo se distinga nuevamente por su juego atractivo y ofensivo.
En vivo
En vivo
En vivo
En vivo
En vivo