A 20 años de aquél Racing – River inolvidable para la Academia | OneFootball

Pasaron dos décdas de aquella inolvidable tardenoche del domingo 2 de diciembre de 2001 donde la Academia parecía ponerle un fin a su letargo de 35 años sin vueltas olímpicas en el ámbito nacional. El equipo de Reinaldo Merlo recibía al Millonario en el Cilindro y, con la importancia de no perder para sostener la distancia frente a los de Ramón Díaz, celebró el 1 a 1 agónico con un tanto inolvidable del colombiano Gerardo Bedoya.

Con visitantes aún en el estadio, River plagó de banderas de Alemania su sector celebrando más la derrota de Boca Juniors ante Bayern Múnich por la famosa Intercontinental que pensando en la verdadera final que se jugaba en Avellaneda. Racing, con una peregrinación interminable de fieles, cobijó a cifras incalculabes de hinchas que sufrieron hasta el final y gozaron con un desahogo inexplicable.

Cuando se iba el primer tiempo, Esteban Cambiasso puso el 1 a 0 para la visita dándole un golpe duro a las expectativas del conjunto de «Mostaza» Merlo. El dueño de casa había jugado un gran período pero la mala suerte parecía darle otra bofetada a las esperanzas de un pueblo ya cansado de soñar pero con muchas fuerzas para batallar.

El triunfo parecía irse rumbo a Núñez hasta que a cinco del final, Martín Vitali mandó un centro desde la derecha, Ángel David Comizzo rechazó como pudo, y Bedoya frente al arco reventó las redes para desatar un grito inconfundible, atragantado, esperanzador, soñado, inolvidable, épico, majestuoso, emocionante, y cuantos adjetivos quieran los lectores agregarle.

Aquella tardenoche del 2 de diciembre de 2001, los de «Mostaza» Merlo empataron 1 a 1 con River y mantuvieron la diferencia con quien sería el subcampeón de ese torneo Apertura. La gente, fiel al «Paso a Paso» que impuso el DT, rompió con todo tipo de cábalas y se quedó festejando en el Cilindro a punto tal que fue la primera vez en todo el torneo que la hinchada se atrevió a cantar: «Se viene el Racing campeón…»