128 veces papá | OneFootball

Después de un primer tiempo difícil que se clarificó con la expulsión de un jugador santafereño, Millonarios encontró la fórmula y gritó ‘128 veces papá’ en el clásico capitalino.

Para el derbi David González, desafectado de la sanción de Dimayor, dispuso de nuevos hombres y nuevo esquema para enfrentar a Santa Fe. Montero en su regreso de selección; Navarro, Llinás, Arias y Banguero en la defensa; Vega y Arévalo en el medio de contención; Villarreal, Mantilla y Sebas Mosquera en creación; y Leonardo Castro en punta.

Millonarios reitero el mismo mal de todo el semestre y pasó los primeros 45 minutos sin un solo remate a portería. Intentos desordenados y desesperados de Llinás como atacante, una posición equivocada de Villarreal como creativo por el centro, y unos extremos temerosos y sin fuerza para el mano a mano desnudaron la debilidad de Millonarios en ataque. Lo más preocupante de la noche fue la lesión de Stiven Vega, quien recibió un patadón de Harold Santiago Mosquera que significó tarjeta roja directa, después de fracturar a su ex compañero.

Para la segunda parte salieron Mantilla y Mosquera por Luis Marimon y Kevin Palacios, y Millonarios se fue por el todo aprovechando el hombre de más. Al minuto 55 llegó el primer disparo a puerta directo de Millos en una gran habilitación de Castro a Palacios, pero el tiro salió muy centrado hacia Marmolejo, quien atajó sin problemas.

Dos minutos después llegó el segundo remate por cuenta de Villarreal, pero nuevamente el balón llegó a las manos del portero visitante. Y la tercera fue la vencida: jugada en ataque que le dejó el rebote a Marimón. Con una pirueta de espaldas Luis englobó levemente y al fin desató la euforia de los hinchas albiazules. 1-0.

Más que el espíritu quebrado de Independiente Santa Fe, el gol trajo toda la tranquilidad de la que carecía Millonarios. Tocó, se asoció, jugo de primera intención y explotó el hombre de más y los espacios que el subcampeón del año pasado dejaba con los 10 en cancha. Y de ahí llegó el segundo tanto en los pies de la figura del partido. Kevin desbordó por izquierda, enganchó hacia el centro y le reventó el arco a Marmolejo para asaltar las vallas de publicidad y bailarle a la hinchada del expreso rojo en su cara.

A partir de ese gol, de la calma del equipo albiazul y de provocaciones normales pero también otras innecesarias como la de Villarreal parándose en la pelota, el resto del segundo tiempo se jugó entre calenturas, tarjetas amarillas, intentos infructuosos de Santa Fe por descontar y los propios Embajadores para aumentar el marcador.

El clásico se pintó de azul al igual que Bogotá, Millonarios grito ‘128 veces papá’ (133 si se suman todos los torneos oficiales) y volvió a celebrar en el derbi de la capital de la República. El próximo domingo, doblete contra Alianza y Fortaleza con los equipos masculino y femenino respectivamente.

Amarillas: Villarreal, Llinás y Montero.

Carlos Martínez Rojas@ultrabogotano