Xavi Alonso incorpora los métodos de Guardiola para imponer el tikitaka en el Madrid | OneFootball

El Real Madrid vive una transformación futbolística que ha sorprendido a propios y extraños. Atrás quedaron los días en los que el contragolpe era la seña de identidad bajo la dirección de Carlo Ancelotti. Con la llegada de Xabi Alonso al banquillo blanco, el equipo ha iniciado una revolución táctica que recuerda inevitablemente al mejor Barça de Pep Guardiola.

A Xabi Alonso no le gustaba el estilo de Ancelotti | Getty Images, Madrid-Barcelona

El cambio no es casualidad. El técnico donostiarra ya reconoció en más de una ocasión que su etapa en el Bayern de Múnich fue clave para entender otra manera de dominar los partidos.

Guardiola le mostró la importancia de controlar el balón, de jugar al primer toque... Y de convertir la posesión en el arma más mortífera de un equipo.

Adiós al contragolpe

Durante la etapa de Ancelotti, el Real Madrid se caracterizó por su rapidez a la hora de castigar al rival. Robar y salir corriendo era la estrategia más repetida, con Vinícius y Rodrygo como lanzas afiladas. Ese libreto fue efectivo y dio títulos, pero Alonso tiene otros planes.

En los primeros partidos de la temporada ya se ha visto cómo el equipo busca circular el balón con calma. Acumula pases hasta encontrar el espacio. El objetivo no es correr más rápido que el rival, sino hacerle correr detrás del balón hasta agotarlo.

La herencia de Guardiola

Xabi Alonso fue alumno de Guardiola en el Bayern. Allí entendió que la posesión no es solo estética, sino una forma de defensa y ataque al mismo tiempo. El balón se convierte en un escudo y en un cuchillo.

Ahora intenta trasladar esa filosofía al Real Madrid, un club históricamente más vinculado al poderío físico y al vértigo ofensivo. La apuesta es arriesgada, porque implica un cambio cultural profundo, pero en Valdebebas se trabaja cada día para perfeccionarlo.

El Madrid del primer toque

Los entrenamientos de Alonso están marcados por ejercicios de circulación rápida, reducciones de espacios y presión inmediata tras pérdida. Todo enfocado a que el balón nunca se detenga.

Xabi Alonso quiere cambiar la imagen del juego del Real Madrid | Getty Images

Los jugadores han tenido que adaptarse a un ritmo distinto. Camavinga y Tchouaméni, que destacaban por su capacidad de robar, ahora son esenciales para dar continuidad al juego. En ataque, Bellingham, Mbappé y Vinícius participan en combinaciones rápidas que buscan generar superioridades.

Un reto para la afición blanca

El madridismo se acostumbra a un estilo que hasta hace poco asociaba con su eterno rival. El famoso “tiki-taka” que Guardiola implantó en el Barça ahora tiene su versión blanca, con Alonso como arquitecto.

El reto es que ese plan no se convierta en un fin en sí mismo, sino que aporte resultados. En Chamartín solo se valora ganar, y el nuevo estilo será juzgado en función de los títulos que lleguen a final de temporada.