Un error que no empaña una actuación notable | OneFootball

Hace poco más de quince días, Yoel Lago se midió con sus compañeros del Celta Fortuna al Barcelona Atlètic, filial del conjunto azulgrana. Ayer volvió a tener enfrente el mismo escudo, pero en esta ocasión con los jugadores del primer equipo, lidiando contra los Lewandowski, Raphina y Dani Olmo.

El de ayer era el cuarto partido de Yoel Lago en Primera División, y como ya sucedió en su debut, nadie hubiese discutido que tenía a sus espaldas al menos un centenar de partidos en la máxima categoría. Desde que arrancó el encuentro puso el listón muy alto para Lewandowski, que no podía con él. Salió vencedor en casi todos sus duelos individuales, y a pesar de que el polaco también quiso marcar desde el principio su territorio, fue incapaz de hacerlo.

El joven canterano no se arredó en ningún momento, ni renunció nunca ir a la lucha cuerpo a cuerpo, con esa inconsciencia que da la juventud, y que tan bien le vino al equipo durante 94 minutos. La última acción empaña una actuación sobresaliente. Fue con demasiado intensidad al choque, y cayó en la trampa de Dani Olmo, que al notar su presencia se frenó para provocar un impacto, que inicialmente el colegiado no vio, pero el VAR anduvo raudo para advertirle de su error. Era penalti, como también lo podía ser el de Mingueza, o como también podía haberlo sido la expulsión de Íñigo Martínez.

Yoel Lago aprendió ayer una valiosa lección. Lo que vale en un área no lo vale en la otra, y que es más fácil hacer la vista gorda en función del escudo que se vista. Por eso no debió entrar así a Dani Olmo, porque el listón que había marcado el colegiado y el VAR no era el mismo para los dos equipos.

De todo se aprender, pero ese pequeño error no debe empañar un partido notable del canterano, que ha demostrado otra vez más que si Claudio Giráldez lo necesita está preparado para competir en la máxima categoría y donde lo pongan. Su ascenso al primer equipo es cuestión de tiempo. Y seguramente poco.