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·19 January 2025
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El partido entre el Getafe y el Barcelona no solo se definió por lo acontecido sobre el césped, sino también por la batalla campal que se vivió en las gradas y los banquillos. Un encuentro marcado por la tensión, las provocaciones y los incidentes que pusieron a prueba los ánimos de jugadores y cuerpo técnico.
Desde antes del inicio del partido, el ambiente en el Coliseum Alfonso Pérez se presagiaba hostil. La afición local, con pancartas y cánticos ofensivos, recibía al Barcelona con una clara intención de desestabilizar al conjunto azulgrana. El equipo de Flick, consciente de la dificultad de jugar en este escenario, ni un gol del Barça en las últimas cuatro visitas al feudo getafense e incapaz de ganar en el sur de Madrid desde 201, se encontró con un rival que propuso un partido físico y con constantes interrupciones.
La primera parte transcurrió con relativa calma, aunque la tensión se palpaba en el ambiente. Sin embargo, fue en el tramo final del encuentro cuando la situación se descontroló. Un córner a favor del Barcelona desencadenó una serie de incidentes, con empujones, insultos y provocaciones entre los jugadores de ambos equipos.
Gavi, uno de los protagonistas de la noche, se vio envuelto en varias discusiones y terminó intercambiando palabras con los jugadores del Getafe. Por su parte, Balde, visiblemente afectado por los cánticos racistas que denunció haber recibido, perdió los nervios y protagonizó un incidente con un rival.
Bordalás y sus asistentes, conscientes de que a su equipo le interesaba cuanta más interrupción mejor, se cruzaban con el staff azulgrana. Y más en concreto Flick y el entrenador alicantino se dirigían palabras ‘amables’ y se apuntaban con el dedo. Fue un momento de fuerte tensión. En el que Gavi también entró en un intercambio que no beneficiaba nada al Barça.
Todo quedó en ese ‘calentón’ fruto de la tensión. Cada uno jugó sus cartas y al Getafe le sonrió el resultado final. Hansi no supo contrarrestar la propuesta local y se marchó sin dos puntos.