Real Madrid: El último cartucho para salvar la temporada | OneFootball

Queda solo un bala. Un solo título. Y en Chamartín se agarran a él con todo. Porque el lema de siempre —“hasta el final”— nunca había sido tan literal.

La temporada del Real Madrid ha estado lejos de ser brillante. Pero aún puede tener un cierre histórico. El Mundial de Clubes es ahora mucho más que una oportunidad: es una obsesión. Desde hace meses, en el club se transmite internamente que este torneo sería una prioridad absoluta. Lo era incluso antes de los tropiezos. Ahora, con la temporada rota, esa ambición se ha disparado.

El objetivo no se maquilla. Se asume. Se persigue con rabia. Porque hay tres razones que explican esta determinación.

La fe deportiva

La llegada de Xabi Alonso ha devuelto la fe a Valdebebas. “Es el primer Mundial de Clubes y la ambición es máxima”, afirmó en su presentación, dejando claro que no se trata de un torneo experimental, sino de una cita fundacional. Como en 1956 con la Copa de Europa. Como en 1960 con la Intercontinental. El Madrid quiere ser el primero. Y eso, en su historia, pesa.

El técnico ha conseguido encender una mecha que parecía apagada. Y esa convicción ha contagiado a vestuario y directiva. Se percibe en cada gesto, en cada discurso, en cada entrenamiento. Hay hambre. Hay urgencia. Hay sangre.

El orgullo y las primas

La motivación no solo es emocional. También es económica. El club ha prometido una prima de 1 millón de euros brutos por jugador si se alza el título. La misma que se otorga por ganar la Champions. El mensaje es claro: el Mundial de Clubes está, para el club, en el mismo escalón de prestigio.

No se trata solo de levantar un trofeo más. Se trata de dejar huella. De escribir la primera página del libro. Y hacerlo con letras blancas.

La oportunidad económica

El tercer argumento es rotundo: el dinero. Nunca se ha ofrecido tanto por un torneo internacional de clubes con fase de grupos y eliminatorias. La FIFA ha desvelado un sistema de premios que convierte esta edición en la más lucrativa de la historia.

Cada victoria en la fase de grupos: 2 millones de dólares Octavos de final: 7,5 millones Cuartos de final: 13,125 millones Semifinales: 21 millones Final: 40 millones

A eso se suman 33,5 millones de dólares fijos por participar. Si el Madrid gana todos los partidos, el botín puede alcanzar los 140 millones de euros, superando incluso el premio máximo de la Champions League, que en el mejor escenario posible ronda los 100 millones.

Y esto sin contar ingresos por televisión, patrocinios o derechos derivados. Un triunfo en el Mundial no solo limpiaría la imagen del curso: agitaría el mercado de fichajes y dotaría al club de un músculo financiero inesperado.

Lo que parecía un cierre sin gloria puede convertirse en un nuevo amanecer. ‘Ave Fénix’ Real Madrid. El lema permanece. Y esta vez, puede ser literal: hasta el final… y más allá.