Parce, el impensado futuro para Fáber Gil | OneFootball

Fáber Gil está a punto de cambiar de camiseta, mi gente. El extremo que estuvo en Atlético Nacional y no logró consolidarse con la Verde, ya tiene casi todo listo para un nuevo rumbo: Atlético Bucaramanga sería su próximo destino, préstamo por un añito, con opción de compra y todo. La ficha sigue siendo del Deportivo Pereira, pero el Leopardo está a nada de quedarse con su velocidad.

La vuelta es así: Fáber termina oficialmente su ciclo con Nacional, un paso que no fue ni sombra de lo que muchos esperábamos. En el Atanasio no logró prender la mecha ni enamorar a la tribuna. Salió sin mucho ruido, sin gloria, pero con la esperanza de que pueda relanzar su carrera en otro lado. A veces el tren no para dos veces en el mismo andén, ¿sí o qué?

En Nacional, Gil llegó con expectativa, con cartel de joven promesa, pero terminó viendo más partidos desde la banda que en la cancha. No despegó como se esperaba, y eso en un equipo como el Verde pesa, parce. La competencia es brava y la exigencia ni se diga. Si no la rompés, te vas quedando atrás. Así fue el caso.

Ahora, con Bucaramanga, se le abre otra ventana. Allá podrá encontrar minutos, confianza, y quizás ese aire nuevo que tanto necesita. El equipo santandereano le apuesta al talento que tiene, porque sí, Gil no es cualquier pelao. Tiene regate, velocidad y desborde, pero necesita demostrarlo con continuidad. Esta podría ser su revancha.

Desde lo emocional, el parcero se va sin dejar huella en el recuerdo del hincha verde. Pero el fútbol da vueltas, y quién quita que en un par de temporadas estemos hablando de un Fáber Gil totalmente distinto, más maduro y con otro nivel. A veces, irse también es crecer. Eso sí, Nacional sigue con la libreta abierta, tomando nota.

Mientras tanto, en el Verde seguimos firmes, mirando al futuro con otros nombres, otros talentos, otros sueños. Porque Nacional nunca para, nunca se detiene. Y aunque unos se van, otros llegan con hambre de gloria y ganas de escribir historia con esta camiseta sagrada.

Así que suerte y buena vibra pa’ Fáber Gil en esta nueva aventura. Que la rompa, que vuelva a volar, y que esta sea la oportunidad que lo despierte de verdad. En Nacional no fue, pero el fútbol da revanchas. ¡A meterle, parcero!