La Galerna
·18 November 2024
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Me temo que no se valora como merece la contribución del Madrid en la consolidación y desarrollo de nuestro fútbol femenino todo. Ahí es ná montar un equipo —que nos falta el Madrid, se gritaba— y ponerlo a disposición de las goleadas del Barcelona un año sí y el otro, también. Sin rechistar. Dando la mano cuando pierde, eso lo tiene muy ensayado. No sé si pasaría a la inversa.
¡Qué arte! La contribución madridista en la 'grandeur' del balompié masculino no se discute. Bueno, algunos sí: hay gente p'a tó. Pese a las naturales discrepancias fue nombrado mejor club del siglo XX. Una historia conocida que va en camino de la anécdota si la comparamos con la entrega casi fanática en pro de las muchachas futbolistas y su entorno, que tiene tela por cierto. El Madrid, siempre trabajando por él, claro, y por el bien común. Como decía el añorado Núñez, cuando se hacen las cosas bien, llegan los resultados.
Su pelea por la igualdad cuida todos los detalles, además. El sábado, 0-4, como los chicos. Dicen los expertos que esa goleada, y las anteriores, es el peaje que deben pagar club y equipo. Que las azulgranas empezaron antes, que eso es mucha ventaja y que es cuestión de insistir, y perseverar, y aumentar la inversión. Que ya llegarán las alegrías. No parece descabellado.
Me temo que no se valora como merece la contribución del Madrid en la consolidación y desarrollo de nuestro fútbol femenino todo. Ahí es ná montar un equipo —que nos falta el Madrid, se gritaba— y ponerlo a disposición de las goleadas del Barcelona un año sí y el otro, también
Sea como fuere, lo cierto es que el interés merengue merece un premio de Igualdad, purísimo feminismo y noble lucha sin reblar, que dicen por Huesca. Palmamos, pero ni un paso atrás: en la segunda vuelta igual nos meterán ocho. ¿Y qué? Una cosa titánica. Merece un trofeo, sí. Podrían pasarse Irene Montero y Pam por Valdebebas y hacerlo efectivo cualquier tarde de partido entre el regocijo popular. Una placa con esta inscripción: "Al Real Madrid, ejemplo mundial de empoderamiento, resiliencia y feminismo futbolístico".
¿Un pelo largo? Me recuerda mis tiempos en la mili, la Armada. En el Lepanto, la gorra del marinero, figuraba el nombre de tu destino, en el mío ponía Almirante Valdés, gran destructor. La coña era que hubo un tío con una cabeza tan gorda que le cabía "Honor a los caídos por Dios y por España en la batalla de Trafalgar". A la entrega del Madrid en lo femenil le cabe un capítulo de El Quijote. O diez.
Y como siempre está la risa, a Dios gracias. Que quién caerá primero, si Toril o Ancelotti. Oigan, del momento madridista lo que me sorprende e irrita es la histeria de muchos. En el fútbol, como en la vida, hay buenos y malos momentos, en el juego y en la enfermería. Aciertos y errores, todo eso. Que cierto madridismo se encabrone pensando que este curso no va a ser lo que esperaba, pues qué quieren que les diga.
Primero porque ya veremos. Segundo, no fastidien: lleva el Madrid un tiempo ganando una Copa de Europa cada año y medio. Echen cuentas. ¿Qué quieren? ¿Otra? ¿Esta y luego la siguiente? Me encantaría ver al Bernabéu como los hinchas del Brighton y tal. Palman 0-3, provocan un córner y se cae el estadio. En fútbol masculino, femenino o mixto. En fin...
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