Levantarse del infierno | OneFootball

La historia de Independiente está llena de hazañas a nivel nacional e internacional, que lo establecen como uno de los clubes más grandes de Argentina y del mundo. Sin embargo, los años de malas gestiones llevaron a un infierno del que el club pudo salir el 11 de junio de 2014, día en que se confirmó el regreso a la máxima categoría del fútbol argentino.

El "Rojo" debió disputar por primera vez en sus más de 100 años la B Nacional, segundo escalón de Argentina, en la temporada 2013-2014, siendo este el desenlace anunciado de muchos años de malas decisiones, deudas y crecimiento de la barrabrava.

Cómo si no fuera poco lo que debió vivir el hincha con el descenso de categoría, el camino para volver fue muy complejo, a tal punto que el "Rey de Copas" debió jugar un desempate ante Huracán para quedarse con el último cupo para regresar a dónde la historia marcaba. La campaña fue muy irregular, con un saldo de 17 victorias, 16 empates y 9 derrotas. La cosecha fue de 67 puntos, a 6 de Defensa y Justicia, el último en subir directamente.

El 11 de junio de 2014, Independiente se enfrentó al "Globo" en el Estadio Único de La Plata, con el fin de ponerle fin a su sufrimiento de casi un año. Así salió el equipo dirigido por Omar De Felippe: Diego Rodríguez; Nicolás Figal, Cristian Tula, Claudio Morel Rodríguez; Franco Bellocq, Federico Mancuello, Martín Zapata; Daniel Montenegro; Matías Pisano y Sebastián Penco.

El partido, al igual que toda la estadía en la B Nacional, fue muy sufrido, ante un rival que contaba con nombres como Marcos Díaz en el arco, Patricio Toranzo, Eduardo Domínguez (futuro entrenador del "Rojo"), Cristian Espinoza o Gonzalo Martínez. Justamente, en la media hora de partido, desde un córner que llegó tras una atajada del "Ruso" Rodríguez al "Pity", salió un contraataque muy bien comandado por Pisano que corrió por media cancha, gambeteó y quedó mano a mano con Díaz, quien dio un rebote que Zapata aprovechó para poner el 1-0.

En el complemento incluso hubo lugar para la polémica: a los 28 minutos, con la ventaja mínima, Huracán anotó el empate por medio de Ramón Ábila, quien cabeceó tras un gran centro de Leandro Caruso y venció a Rodríguez. Sin embargo, el tanto fue anulado por una posición adelantada muy cuestionada por la ubicación de Figal, que parecía habilitar a "Wanchope".

Sobre el final del encuentro el, por aquel entonces, prometedor juvenil Francisco Pizzini aprovechó una habilitación de Hernán Fredes, ante un rival volcado al ataque, eludió a Díaz y anotó el 2-0 decisivo para sentenciar no solo el resultado, sino también la vuelta a Primera.

Sin dudas es uno de los capítulos más oscuros que vivió la institución, y el que hizo que los hinchas y socios tomaran dimensión de a dónde se había llegado por las malas gestiones que existieron luego de la salida de Pedro Iso. El "Rojo" se levantó y con mucho sacrificio y el trabajo de un entrenador sumamente profesional, que a día de hoy es recordado con cariño, Independiente volvió al lugar del que nunca debió haberse ido.