Laporta le pone fecha a la reunión para despedir a Xavi | OneFootball

Finalmente, no se produjo la reunión prevista durante el viernes por la tarde entre el presidente Joan Laporta y Xavi Hernández. A pesar de los rumores, lo único que hicieron ambos fue intercambiarse mensajes por WhatsApp, en los que  se emplazaron a verse, como hacen siempre, el próximo domingo, coincidiendo con la visita del Rayo Vallecano a Montjuïc.

En 48 horas habrá un intercambio de impresiones entre Laporta y Xavi. En cuanto termine el Barcelona vs. Rayo, presidente y entrenador se sentarán a hablar. Tarde o temprano tenía que pasar, aunque no se espera que se le comunique ninguna decisión. Así lo ha decidido la junta directiva al completo, pidiéndole al presidente que aplace cualquier decisión hasta que termine la Liga... pero ya sabemos cómo es el president.

El próximo 26 de mayo se disputará el último partido de la temporada. Después, se espera que Laporta le comunique a Xavi Hernández que abandona su cargo como entrenador del Barcelona. No obstante, puede suceder de todo: igual que ha habido cambio de opinión hacia un aspecto negativo para el técnico, puede volver a haberlo por parte de Laporta.

Echar a Xavi le costaría al Barça 20 millones

En esta decisión puede haber un componente económico que puede cambiarlo todo: el despido de Xavi no es gratuito, como sí lo era cuando fue el entrenador quien tomó la decisión de marcharse hace unos meses. En total, el coste puede ascender hasta los 20 millones de euros para pagar el finiquito del técnico de Terrassa y el resto de su staff.

Mientras tanto, habría que añadir otro gasto a la ecuación: el de la contratación de un nuevo entrenador y su staff. En el caso de que fuera Hansi Flick, hablaríamos de una cifra considerablemente alta, mientras que, si se tratara de Rafa Márquez, ya en la disciplina del Barcelona, la cifra no sería tan alta.

Lo cierto es una cosa: Laporta está decidido a romper con Xavi, pero su alto coste puede hacerle cambiar de opinión. Nunca se sabe que puede suceder con el presidente: lo que hoy es blanco, mañana es negro... y viceversa. Nunca es gris.