La última jugarreta de Tebas al Barça. Pide a Laporta ahorro y le obliga a gastar más | OneFootball

En los despachos del Barça hay malestar. Cuando parecía que las relaciones con Javier Tebas podían entrar en una etapa de distensión, el presidente de LaLiga ha vuelto a mover ficha... contra el Barça.

Todo parte de una petición muy concreta del Barça: disputar como visitante las cuatro primeras jornadas del campeonato para ganar tiempo en la finalización de las obras del Camp Nou. Una solicitud lógica, razonable y perfectamente entendible desde el punto de vista organizativo.

Pero, como ya es habitual, desde LaLiga se ha impuesto el criterio de Tebas. El organismo solo ha concedido tres partidos fuera de casa.

Y obliga así al Barça a reaparecer en casa en la cuarta jornada. A pesar de que las obras de la primera fase no estarán completamente finalizadas.

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Un regreso histórico… bajo presión

La fecha marcada en rojo es la del 15 de septiembre, día en que el Barça se reencontrará con su estadio. Será 836 días después del último partido en el Camp Nou. Más de dos años de exilio en Montjuïc.

Un periodo largo, incómodo y con múltiples complicaciones, tanto a nivel deportivo como económico.

Ese día el rival será el Valencia CF, en un partido que se prevé especial por muchos motivos. No solo será el regreso a casa. También supondrá la apertura parcial del nuevo Camp Nou, que dispondrá de un aforo provisional de 60.000 espectadores.

Un paso importante para recuperar el alma del barcelonismo y volver a vivir noches mágicas en Les Corts.

El club no esconde su malestar

Desde el club azulgrana se ha transmitido a LaLiga su malestar por la negativa a conceder las cuatro jornadas fuera. La diferencia de una jornada parecía pequeña, pero era clave para finalizar tareas estructurales y de seguridad.

Esta decisión obligará a acelerar los plazos de las obras, asumir sobrecostes e improvisar soluciones logísticas que podrían haberse evitado con un poco más de empatía desde los despachos de Tebas.

Tebas le pide a Laporta ahorro, pero a la vez le obliga a asumir gastos innecesarios que provoca él.

En el seno del club consideran que el trato que reciben no es igual al de otros grandes clubes. Y este es solo un nuevo capítulo en una larga lista de agravios.

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La ilusión de volver a casa

A pesar del contratiempo, el barcelonismo ya sueña con el regreso al Camp Nou. El aforo inicial será de 60.000 plazas, pero se espera que para finales de temporada pueda crecer hasta los 85.000.

El objetivo: un estadio moderno, cómodo y ruidoso, donde el Barça vuelva a sentirse invencible. Aunque Tebas no lo ponga fácil.