La razón por la que el fichaje de Nico Williams genera opiniones cruzadas en el FC Barcelona | OneFootball

El nombre de Nico Williams resuena cada vez con mayor fuerza en el entorno del FC Barcelona como posible refuerzo para la temporada 2024/25. El de Pamplona se presenta como un activo muy atractivo para fortalecer el extremo izquierdo del cuadro culé, ya que es joven y aporta mucho desequilibrio y vértigo por el costado zurdo, dos atributos que escasearon en el conjunto catalán la campaña pasada por esa banda.

Sin embargo, la incorporación del menor de los Williams no parece ser un fichaje que genere consenso absoluto en todos los estamentos del elenco barcelonés. Según se comentó en 'SPORT', existe cierta desazón por parte de un sector de la directiva azulgrana hacia la adquisición del extremo del Athletic, pero esta desconfianza no se basa en cuestiones deportivas, ya que no hay dudas de que Nico es un futbolista estelar y con un gran potencial. La preocupación por la llegada del pamplonés radica más en el hecho de que algunos miembros de la junta directiva no estuvieron conformes con la forma en que gestionó su futuro.

¿Por qué desde un sector de la directiva culé se ve con recelo el fichaje de Nico Williams?

Desde el club exponen que Nico Williams ya conocía el interés del FC Barcelona en hacerse de sus servicios desde la temporada pasada, por lo que aparentemente no vieron de manera muy positiva que el extremo renovara su contrato con el club vasco hasta 2027. Esto se debe a que su contrato con los 'Leones' expiraba el 30 de junio de 2024, lo que habría permitido que llegara a la escuadra de la Ciudad Condal en condición de agente libre, sin necesidad de negociar un traspaso con los bilbaínos y posiblemente ahorrando una cantidad importante de dinero.

Ahora, aquellos que ven con recelo su llegada al Barça también entienden que el jugador, considerando su alto valor de mercado, alrededor de 60 M€, haya querido dejar algún beneficio económico al equipo en el que se formó y que le brindó la oportunidad de dar el gran salto a la Primera División. No obstante, esto no exime el hecho de que esto pudo haber perjudicado al combinado culé, que ahora deberá invertir al menos 58 'kilos' para pagar la cláusula de rescisión del extremo izquierdo, a la que los vascos se aferran de manera intransigente.