Vermouth Deportivo
·4 November 2024
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El Paris Saint-Germain (PSG) ha dominado la Ligue 1 en la última década, acumulando 10 títulos en las últimas 12 temporadas. Con recursos económicos casi ilimitados y un plantel lleno de estrellas, su hegemonía parecía incuestionable, incluso después de la salida de Kylian Mbappé, su mayor figura. Sin embargo, el fútbol es impredecible y la Ligue 1 cuenta con varios equipos que están listos para dar la pelea.
Con el panorama de esta nueva temporada, las expectativas están en su punto más alto. Los expertos se dividen: algunos apuestan a que el PSG, incluso sin su máximo goleador, seguirá dominando; otros creen que este podría ser el año en que un equipo inesperado logre destronar al gigante. ¿Quiénes son los rivales más fuertes y cómo piensa el PSG mantener su dominio? Vamos a descubrirlo.
La salida de Kylian Mbappé dejó una gran incógnita: ¿cómo podría el PSG reemplazar a un jugador que les dio más de 50 goles desde agosto de 2023? La respuesta ha sido un cambio radical en la estrategia del equipo bajo el liderazgo de Luis Enrique. En lugar de depender de un solo jugador, el nuevo PSG ha optado por un enfoque más colectivo y versátil, apostando por la juventud y el trabajo en equipo.
Con la llegada de jóvenes promesas como Désiré Doué y João Neves, y la permanencia de jugadores clave como Fabián Ruiz y Warren Zaire-Emery, el PSG ha comenzado a mostrar un fútbol más fluido y menos predecible. Luis Enrique ha dejado claro que no pretende encontrar otro Mbappé, sino repartir la responsabilidad ofensiva entre todo el equipo. Esto ya se ha visto en su arranque de temporada, con nueve jugadores diferentes anotando en solo cuatro partidos.
El Mónaco ha sido uno de los equipos que más cerca ha estado de romper la supremacía del PSG en las últimas temporadas. Tras asegurarse un lugar en la fase de grupos de la Champions League el año pasado, el club sigue demostrando que tiene el potencial para ser un serio contendiente al título.
Aunque su plantilla es más joven y menos costosa que la del PSG, el Mónaco cuenta con un plantel lleno de talento y energía. Jugadores como Lamine Camara y Eliesse Ben Seghir han mostrado destellos de grandeza en los primeros partidos de la temporada. Sin embargo, el reto para el equipo será administrar su energía entre la liga local y las exigencias de competir en Europa. Si logran manejar bien esta doble tarea, podrían ser una amenaza seria para el PSG.
El Olympique de Marsella, bajo el mando del nuevo técnico Roberto De Zerbi, ha comenzado la temporada con el pie derecho. A pesar de haber terminado en un decepcionante octavo lugar el año pasado, el equipo ha encontrado un nuevo impulso, con un ataque feroz liderado por Mason Greenwood.
Marsella ha anotado 15 goles en sus primeros cinco partidos, demostrando que tienen el poder ofensivo necesario para competir con los mejores. No obstante, su talón de Aquiles podría ser la defensa. El enfoque ofensivo de De Zerbi a menudo deja a su equipo expuesto en la retaguardia, lo que podría costarles caro frente a equipos como el PSG que saben cómo capitalizar los errores.
El Lille también tiene la Champions League en su calendario esta temporada, tras superar a Slavia Praga en los playoffs. Esto significa que tendrán que equilibrar sus esfuerzos entre la competición europea y la Ligue 1, lo cual podría ser un desafío para su relativamente pequeña plantilla.
Aun así, el Lille no es un equipo que deba subestimarse. Con Jonathan David a la cabeza, quien anotó 26 goles la temporada pasada, el equipo tiene el talento necesario para mantenerse en la pelea. David ha comenzado esta temporada en gran forma, anotando ocho goles en sus primeros 12 partidos. Su capacidad para marcar goles en momentos clave será fundamental si Lille quiere desafiar al PSG por el título.
Además, la salida de Leny Yoro a Manchester United dejó un vacío en la defensa, pero la experiencia del brasileño Alexsandro ha sido clave para mantener el orden en la retaguardia.
Todo parece indicar que el PSG sigue siendo el favorito indiscutible, incluso sin Mbappé. Su riqueza, profundidad de plantilla y su capacidad para adaptarse a nuevas circunstancias los convierten en un rival formidable. Pero en el fútbol, como en la vida, nunca se puede dar nada por sentado. El fútbol es un juego impredecible y en este camino, es esencial recordar la importancia del juego responsable, disfrutando de la competencia de manera equilibrada y consciente. ¿Quién sabe? Tal vez este año un equipo logre dar la campanada y llevarse a casa el trofeo.