Grada3
·20 December 2024
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Si este fin de semana previo a las festividades navideñas se rodase un nuevo capítulo del best-seller ‘Los Juegos del Hambre’, uno de los escenarios donde podría llevarse a cabo sin problema sería el Pepe Quimarán. En el campo de fútbol de Posada de Llanera se van a medir dos equipos de lo más necesitados. UD Llanera, penúltimo, con 11 puntos y nueve puntos de poder asomar la cabeza en la salvación es un contendiente. El otro, la Unión Montañesa Escobedo de Camargo, es antepenúltima con 13 puntos, a siete de poder asomar también esa cabeza fuera de puestos de descenso directo a Tercera RFEF. Un cierre de 2024 que no dejará a ninguno de los equipos en buenas circunstancias. Pero será el cierre de un año que ninguno de los dos olvidará al haber cosechado en primavera un ascenso de categoría.
Un partido de mucha necesidad para los dos y al que ambos llegan tras cosechar resultados decepcionantes. Los arlequinados cayeron en Luanco en un partido donde no fueron inferiores, pero la debilidad, un sino constante en este curso, en las áreas les castigó un partido más. Por contra, los cántabros vienen de empatar, pero en un encuentro donde fueron mejores que su rival. Por ello, esa igualada dejó un sabor a algo peor en el equipo que dirige Samuel San José. Circunstancia que obliga a ambos equipos a testarse en la reducidas dimensiones del sintético llanerense. Un partido para el que Chuchi Collado no podrá contar con Mathieu. El centrocampista camerunés será un sensible baja en la medular local. Tampoco estará por lesión Álex Barrera. Si recuperan, tras cumplir sanción, a Paul Otía, que apunta a volver al centro de la defensa.
El partido lo dirigirá el colegiado novel en la categoría Gaizka Altuna Paguey. Del comité vasco, este guipuzcoano de 23 años, uno de los más jóvenes de la categoría, hace su debut este curso en Segunda RFEF. Solo ha dirigido hasta la fecha seis encuentros, ninguno de ellos a Llanera o Escobedo, con los que se cruzará por primera vez en su trayectoria. El balance de los que lleva dirigidos en la temporada en curso es de dos triunfos locales, un empate y tres triunfos visitantes. Bastante equilibrado, lo que hace imposible descifrar que podrá pasar en esta versión norteña de Segunda RFEF de los juegos del hambre.