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·4 November 2024
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El entrenador del FC Barcelona, Hansi Flick, no quiere que su equipo cometa errores ante el Estrella Roja por la jornada 4 de la Champions League. A pesar de que el equipo culé venció 3-1 al Espanyol, el alemán fue crítico con sus jugadores.
En la primera mitad, el Barcelona mostró una actitud arrolladora, donde marcaron tres goles. Sin embargo, en la segunda parte regularon sus esfuerzos, olvidando las vigilancias y desconectándose del partido.
Actualmente, el equipo culé está en la mira de todos tras una semana en donde golearon al Bayern Múnich y al Real Madrid. En el caso del derbi, los jugadores optaron por bajar el ritmo al ver el partido sentenciado. Si bien Flick entendió la situación fue claro: “Hoy lo acepto pero el miércoles no”.
El alemán admitió que no le gustaron algunas cosas que vio en la segunda parte y puso como ejemplo otro deporte: “En el tenis hay una cosa que se llama errores no forzados que hoy hemos tenido. Estoy contento por la victoria, aunque en la segunda parte hemos perdido la concentración. Por hoy lo acepto porque hemos ganado, pero lo tenemos que solucionar para el miércoles”, destacó.
“Le dije al equipo que aceptaría la segunda mitad porque hasta ahora han hecho un gran trabajo, pero el miércoles no voy a aceptar algo así”, enfatizó Flick.
Para explicar el bajón de rendimiento en la segunda mitad, el entrenador habló de dos conceptos claves en su juego: “Normalmente, estamos concentrados con mentalidad e intensidad, pero a veces sucede”, empezó diciendo. “Un cambio de chip que alteró todo el ecosistema del equipo. Con una marcha menos y sin la atención a los detalles de la primera parte, el Barça pareció un equipo vulnerable”.
“Los delanteros apretaron menos, el mediocampo dejó de fluir y la defensa adelantada se convirtió en un pequeño viacrucis para los defensas. Lo aprovechó Puado para recortar distancias y el Espanyol hizo daño sobre todo por la banda izquierda y buscando la espalda de la defensa azulgrana. Héctor Fort fue uno de los que más sufrió, aunque fue una cuestión colectiva”, finalizó el alemán.
Por Patricia Montero