El Real Madrid confirmó en el Emirates que no está siendo su mejor temporada | OneFootball

Goleada merecida

Declan Rice hizo ayer el partido de su vida. Y no lo dice cualquiera, sino que lo admitió él mismo en la zona mixta de un Emirates que a buen seguro vio una de las mejores actuaciones de la historia del club. El doblete de goles de falta del inglés fueron sendas obras de arte en las Courtois no pudo hacer nada. Rice tuvo el día, como también lo han tenido Vinicius, Rodrygo o Mbappé en esta competición a la que tan malacostumbrados nos tiene el Madrid,

Lo fácil sería decir que «Rice no vuelve a meter un gol así en lo que quede de su carrera», pero ahora más que nunca hay que apelar a la autocrítica y aceptar, de una vez por todas, que este equipo ha perdido la ambición. Ha perdido las ganas de ganar, «tiene la barriga llena» de éxitos y eso entre la afición quema. No quema, abrasa. La exigencia de este escudo no es que te imponga la victoria por castigo, sino que te pide honradez siempre que se defienda esa camiseta y ese escudo, cosa que ayer en Londres no se vio.

Circula en Internet la estadística de los kilómetros recorridos por el Arsenal y el Real Madrid. Al que no haya visto el partido y no sepa el resultado, le extrañaría que en un choque de Champions, el Arsenal haya corrido 12 kilómetros más que los blancos. 12. Y le sorprendería porque nos encontramos en los cuartos de final de su competición y contra un equipo que en Europa no tiene un gran talante.

Aires de remontada… contenidos

El Santiago Bernabéu se va a volcar. En situaciones como esta, la lógica cae derrotada ante el corazón de todos y cada uno de los que presencien el partido en el estadio o fuera del mismo. Pero es obligatorio buscar los argumentos futbolísticos para cimentar una creencia que se antoja bastante compleja. Hay que recordar que el Real Madrid viene de recibir 4 goles ante la Real, 2 ante el Leganés y otros 2 ante el Valencia, sumando los 3 que le metió el rival del próximo miércoles. En total, con 11 tantos recibidos en 4 partidos (3 de ellos en el Santiago Bernabéu). Para lograr la machada, hacen falta 4 goles a favor (como mínimo) y que el conjunto de Arteta ni se asome al área. No será fácil.

Pero si la situación es nefasta en defensa, hay que hablar del ataque. Ni Vinicius, ni Mbappé, ni Rodrygo. Nada. Ni una acción de peligro. Andando por el césped, sin rumbo, sin ganas. Sin nada. El partido del «7» es digno de análisis; tocó 38 balones y perdió 18 en una ida de los cuartos de final de la Champions. Su compatriota, Rodrygo, fue aún peor. Llenó sus estadísticas de ceros salvo el apartado de pérdidas de balón (5). Kylian, por su parte, tuvo dos ocasiones claras que, como acostumbra en los partidos de altura (exceptuando el del Manchester City), las acabó mandando al limbo. Sus 34 goles no refleja su actuación de algunos partidos como el de ayer.

Pese a la hecatombe, hay algunos jugadores que se tienen que salvar. Courtois evitó que nos trajéramos 6 goles en contra a Madrid. Valverde, aunque no estuvo fino, no dejó de correr, al igual que Asencio. Mucho tiene que mejorar el panorama si los blancos quieren, aunque sea, acercarse al fútbol que demostró ayer el Arsenal. Pero esto en el Bernabéu y puede pasar de todo. En una semana, el desenlace de una eliminatoria que no ha empezado nada bien para los del cuestionado Carlo Ancelotti.

Imagen principal: Photo by Justin Setterfield/Getty Images