El Mirandés lleva un año de locos | OneFootball

El Mirandés está viviendo un momento inolvidable. Desde el 4 de mayo de 2024, los rojillos solo han perdido un partido oficial. Una cifra que habla por sí sola. En total, han ganado 17 de sus últimos 23 encuentros. Y se han convertido en uno de los equipos más sólidos del fútbol profesional español. Su evolución ha sido meteórica. Y ha encendido la ilusión en Anduva y en toda Miranda de Ebro.

La fortaleza del equipo no solo se mide en victorias. En esos 23 partidos, el Mirandés solo ha encajado 16 goles. Un dato demoledor. Uno que demuestra el equilibrio defensivo de un conjunto que ha sabido competir con personalidad, identidad y eficacia. Su solidez le ha llevado a ser el mejor local de toda la Segunda División durante la temporada 2025-26.

Dominio en casa y una afición entregada

Anduva se ha transformado en un auténtico fortín. Cada partido en casa ha sido una demostración de fuerza colectiva y apoyo incondicional. El Mirandés ha hecho de su estadio un lugar temido por todos sus rivales. Esa regularidad en casa fue clave para bordear el ascenso directo. Sin embargo, se escapó por muy poco en la recta final.

Pero el equipo no bajó los brazos. Entró en el playoff con fuerza. Y ha dejado una impresión impecable ante el Racing de Santander, al que eliminó con autoridad. Una victoria que ha reforzado la fe en el sueño. El sueño de ascender por primera vez a Primera División. Ahora, solo les queda superar al Real Oviedo en una final que ya forma parte de la historia del club.

Mirandés, un equipo con alma y ambición

El proyecto del Mirandés no es fruto de la casualidad. Es el resultado de la apuesta por un bloque competitivo. Mezcla de juventud y experiencia. Y un cuerpo técnico comprometido con una idea clara de juego. Ese cóctel ha sido la base de su éxito. Han sabido mantener una línea de trabajo seria. Con decisiones acertadas, tanto en el mercado como en la gestión diaria.

Miranda de Ebro sueña con una gesta histórica. A pocos días de empezar la competición, contaban con 12 fichas profesionales, dos de ellas de porteros. La evolución se puede considerar un ejemplo de superación. La ciudad se ha volcado con su equipo como nunca antes. Y ahora saben que están a 180 minutos —o quizá algo más— de cambiar su historia para siempre. Pase lo que pase, el Mirandés ya ha demostrado que está preparado para grandes cosas. Pero en Anduva nadie quiere despertar todavía.