El Córdoba entra en una hazaña que no se veía desde 1992 | OneFootball

El Córdoba CF ha sido protagonista esta temporada de un suceso tan raro como emotivo. En un curso donde las curvas eran constantes y la exigencia máxima, los siete nuevos inquilinos de la Segunda División han conseguido sobrevivir. Una gesta que no se veía desde hace más de tres décadas, cuando la categoría también fue testigo de una permanencia coral sin precedentes.

Granada, Almería y Cádiz descendieron desde Primera con la difícil misión de adaptarse. Córdoba, Castellón, Málaga y Deportivo subieron desde Primera RFEF con la ilusión intacta. Y todos, sin excepción, se mantendrán un año más en el fútbol profesional. El conjunto cordobés, tras muchos años de sombras, ha vuelto al escaparate con paso firme y presencia ganadora.

Córdoba, símbolo de un año atípico

Desde la temporada 1991-92 no se veía algo parecido. Aquel curso fue histórico por otras razones, pero dejó también este mismo fenómeno. Entonces, el Betis y el Castellón bajaron desde la élite para no caer en el abismo. Mientras que Barça B, Castilla, Mérida, Compostela y Racing subieron con el viento a favor. Todos resistieron. Como ahora.

El Córdoba ha sido uno de los símbolos de esta resistencia. Pese a las dificultades, el equipo andaluz mostró personalidad, carácter y una plantilla con más fútbol que miedo. Todo ello, en medio de una categoría donde muchos proyectos se tambalean al primer traspié.

Permanencias que valen oro

La Segunda División es una liga que no perdona. Por eso, cuando siete recién llegados —con realidades muy distintas entre ellos— consiguen sobrevivir juntos, algo cambia en el relato. Se rompen las estadísticas. Se reescribe la historia. El Córdoba, en este sentido, no solo ha regresado a la categoría de plata. Ha dejado claro que vuelve para quedarse.

Más allá de la anécdota, este dato habla de una temporada atípica. Una en la que los nuevos no se vieron superados, sino que impusieron su ambición. Cada punto ha sido una batalla ganada. Y en ese esfuerzo colectivo, el club cordobés ha sabido encontrar su sitio.

El futuro ya se empieza a escribir

Este logro es más que una estadística. Es la constatación de que el proyecto avanza con sentido y determinación. La afición del Córdoba puede mirar hacia adelante con esperanza. Porque cuando el pasado te devuelve al presente, y el presente se convierte en cimiento, el futuro se escribe con tinta de ilusión.