El Chelsea explora la posibilidad de mudarse a Earls Court | OneFootball

El Chelsea ha iniciado conversaciones para la construcción de un nuevo estadio en Earls Court, buscando dejar atrás Stamford Bridge, debido a las limitaciones que presenta su ampliación. Los propietarios del club ven en un estadio más grande una prioridad fundamental para incrementar los ingresos y mantener al equipo competitivo en la élite del fútbol europeo.

Según reporta The Guardian a través del periodista Jacob Steinberg, el Chelsea ha mantenido discusiones con Transport for London (TfL) y los promotores inmobiliarios Delancey, principales actores en el desarrollo de Earls Court. A pesar de que el Comité de Desarrollo de Earls Court (el ECDC) no ha incluido un estadio en su plan maestro inicial, el club ve una oportunidad si estos planes no prosperan. Una opción que parece atractiva es la construcción de un estadio multifuncional, que podría acompañarse de viviendas asequibles, algo que podría inclinar la balanza a favor del Chelsea si se presentan las circunstancias adecuadas.

Uno de los principales obstáculos que enfrenta el Chelsea es la aprobación del proyecto, ya que Earls Court es objeto de importantes desarrollos inmobiliarios y su futuro aún está en manos de los ayuntamientos de Hammersmith y Fulham, así como del Royal Borough of Kensington y Chelsea. Aunque el club parece optimista sobre sus posibilidades, las decisiones de planificación y el coste del proyecto, que podría rondar los 500 millones de libras, son factores que podrían frenar el avance.

A pesar de estos desafíos, el Chelsea ya ha elaborado planes y ha identificado el depósito de Lillie Bridge como el área más propicia para la construcción del nuevo estadio. Jason Gannon, director ejecutivo del Chelsea, ha liderado las negociaciones con TfL y Delancey, en un esfuerzo por asegurar que este ambicioso proyecto siga adelante.

No obstante, el club aún no ha cerrado la puerta a la opción de remodelar Stamford Bridge. Sin embargo, los planes de expansión del estadio actual son complicados debido a la proximidad con las líneas del metro, lo que haría extremadamente difícil llevar a cabo una reconstrucción completa. El Chelsea ha barajado la posibilidad de realizar una expansión parcial, lo que implicaría trasladar al equipo a una sede temporal, siendo Wembley la opción más probable durante varios años.

Además de los obstáculos urbanísticos y financieros, el Chelsea enfrenta problemas internos que podrían influir en el proceso. Los principales accionistas del club, Clearlake Capital y Todd Boehly, han tenido roces significativos en los últimos tiempos, lo que ha generado especulaciones sobre un posible cambio en la estructura de propiedad del club. Esta «guerra civil» entre los dueños podría complicar aún más las decisiones estratégicas relacionadas con la construcción del nuevo estadio.

Mientras el Chelsea sigue explorando todas las opciones disponibles, una cosa es clara: los propietarios están decididos a maximizar los ingresos y construir uno de los estadios más grandes y modernos de Inglaterra, una decisión que podría definir el futuro del club en las próximas décadas.