Fondo Segunda
·30 June 2025
El Almería medita una decisión clave

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·30 June 2025
Las vueltas, en el fútbol, siempre traen una mezcla de esperanza y duda. Y en Almería, hay un nombre que genera precisamente eso: Adrián Embarba. Tras su cesión al Rayo Vallecano, el extremo madrileño regresa al club rojiblanco con un futuro por decidir. Y un papel que podría ser determinante. Según informa La Voz de Almería, el técnico Rubi lo quiere como uno de los referentes de su nueva segunda línea ofensiva.
Pretemporada LaLiga Hypermotion 25-26
Embarba, con contrato en vigor hasta 2026, es un jugador curtido, con galones y talento para marcar diferencias en LaLiga Hypermotion. Pero la realidad es que lleva cuatro temporadas consecutivas sin pisar la Segunda División. Y su deseo —a priori— sigue siendo jugar en Primera. Pese a ello, el club andaluz no tira la toalla. Y ya trabaja en un plan para seducirlo con protagonismo, liderazgo… y el reto de devolver al equipo a la élite.
Rubi ha dejado claro que ve en Embarba una pieza clave para su sistema. Lo considera un futbolista que puede aportar no solo en lo futbolístico, sino también en lo emocional. Su experiencia en vestuarios de Primera y su capacidad para asumir responsabilidades en momentos delicados le convierten en el perfil ideal para encabezar un proyecto que necesitará temple y determinación.
Además, en una categoría donde el desequilibrio y la inteligencia táctica se pagan caro, tener a un jugador con la lectura de juego y el golpeo de Embarba sería un lujo. La dirección deportiva estudia cómo encajar su ficha dentro de los nuevos parámetros del club. Conscientes de que un traspaso o una nueva cesión no está descartado, pero tampoco es la primera opción.
A sus 33 años, Embarba vive una etapa donde cada decisión puede marcar el desenlace de su carrera. El jugador quiere minutos, protagonismo y, sobre todo, un contexto competitivo. En ese sentido, el Almería puede ofrecerle exactamente eso. Si acepta el reto de ser el líder de un grupo que quiere volver a sentirse grande.
No será fácil convencerle, pero tampoco imposible. Las conversaciones entre las partes ya han comenzado. Y en las próximas semanas podría definirse su destino. La pelota, esta vez, no está solo en el césped.
El club indálico sabe que necesita referentes si quiere aspirar al ascenso. Y Embarba, si decide quedarse, puede ser uno de ellos. La historia está en sus manos. Porque a veces, el verdadero salto no está en subir de categoría… Sino en bajar un peldaño para volver más alto que nunca.