Agente Libre Digital
·16 December 2024
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Berbatov comenzó su andadura futbolística en la temporada 98/99 en la que tras despuntar en las categorías inferiores del Pirin, ascendió al primer equipo, donde jugaría la primera parte de la temporada, disputando 9 encuentros y destacando por sus habilidades regateadoras y velocistas llegando a marcar 2 tantos. El delantero, llamó la atención del CSKA Sofía que se haría con sus servicios en ese mismo mercado invernal. Allí mejoro sus cifras goleadoras marcando 3 tantos y logro conquistar el primer título de su carrera: La copa de Bulgaria.
Tras este logro desempeño su segunda temporada, donde se asentó en el equipo como titular y destaco en el panorama nacional marcando 14 dianas. Parecía que el camino del apodado «Capitán Frio» pasaba por Sofia en la 2000/2001 pero tras 9 goles en los primeros once partidos se vio envuelto en una trifulca. El delantero no solo tuvo rencillas con la directiva sino que estuvo envuelto en un tiroteo (en el que no participó pero se encontró presente) lo que propulso su definitiva salida.
En el año 2000 y por una cantidad de 1,3 millones de euros, el delantero llego traspasado al Bayer Leverkusen, el cual lo implemento a la dirección del filial, pero rápidamente ascendió al primer equipo. En la 2001/2002 llegaría a su primera final de Champions siendo una pieza fundamental del equipo, aunque esta primera batalla la perdería ante el Real Madrid.
Tras la temporada 2001/2002, continuaría siendo una pieza imprescindible en el equipo germano hasta 2006, en donde se consagraría como una leyenda total llegando a marcar 91 goles en tan solo 202 encuentros.
Berbatov: Leyenda del Leverkusen
El astro búlgaro brillaba con luz propia por los páramos europeos y, esto llamo la atención de la Premier League donde el Tottenham decidió pagar 16 millones de euros por el pase del delantero. En el equipo londinense se consolidaría como uno de los delanteros «meteóricos» de Europa jugando 3 temporadas y marcando la impresionante cantidad de 46 goles en 102 partidos.
Aquí es donde Berbatov ya se puso serio: En su etapa en el club londinense no solo fue goleador, sino que dinamitó las defensas rivales y endosó varios hat-tricks para ser considerado como uno de los mejores nueves de la década, habiendo pasado solamente 3/4 de esta. Su palmarés se retomaba en su última temporada en los Spurs, donde logro la Copa de la liga ganado en Wembley por 2-1 al Chelsea en una final en la que marcó un decisivo gol de penalti.
Tras terminarse esta temporada y pensando todo el mundo que continuaría en Londres, el Manchester United pagó en el mítico «deadline day» 30 millones por los servicios del futbolista . El delantero llegaba como una de las apuestas de Sir Alex, por lo que se esperaba mucho de él. Su primera temporada no fue del todo bien en ámbitos goleadores pero si destacó en un partido ante el Fulham, donde se instauró como el 4 jugador en lograr un repoker en la historia de la premier.
Tras un inicio dubitativo logro 57 goles en 149 fechas, siendo una pareja muy fiable en ataque al lado de la leyenda «red» Rooney. En Manchester tuvo muchos más soles que sombras, creando su propio regate (el Berbatov spin), logrando ser máximo goleador de la premier en 2010 anotando 21 tantos y, siendo una leyenda, pero también pasó días aciagos ya que, a parte de alguna lesión, en 2009 vivió un calvario:
Tras volver lesionado de su convocatoria con Bulgaria, recibió la noticia del secuestro de su familia y, decidió pagar una suma considerable para salvaguardar la integridad de sus seres queridos. El mismo Sir Alex pagó un billete de jet privado para que el delantero llegara con premura a Inglaterra y, ese capítulo se saldo con un final feliz, ya que el secuestro no se consumó y, la seguridad hacia el ariete y su familia se vio reforzada.
La chilena de Berbatov, uno de sus goles más icónicos
Tras los fructíferos pasos por Manchester y Londres, el delantero aterrizó en Fulham. En 54 fechas en dos temporadas logró 20 dianas y ayudo al objetivo de salvación cómoda del equipo inglés siendo uno de los grandes arietes de la competición con 15 tantos en su primer año.
Durante el mercado de invierno de la temporada 13/14 y, tras una época de triunfos y dulzura en Inglaterra, el delantero búlgaro decidió probar suerte en Francia. En Febrero de 2014, debutaba con el Mónaco donde, además de ganarse a la grada rápidamente tras su desempeño ante el Lyon donde marcó un gol y repartió dos asistencias, desempeño un papel similar al de su paso por el Fulham, marcando 18 goles y repartiendo 6 asistencias en 53 partidos. Cabe destacar que, ya llegaba el ocaso de su carrera y aún así, «Capitán Frio» no paraba de marcar goles.
En el verano de 2015, Dimitar decidió moverse a una liga más cercana a su país, terminando por firmar por el PAOK de Salónica griego. Allí debido a la magnitud de su estela y a su gran calidad, maravilló en su único año a la parroquia griega que, no daba crédito de que un futbolista de tal nivel estuviera en su liga. En el equipo norteño desempeñó un papel notable, llevando en volandas al respetable y logrando un meritorio 2º lugar en una temporada en la que contribuyó con 5 tanto.
Ese verano parecía que su retirada había llegado pero, tras un año en blanco, firmo por el Kerala Blasters de la liga India en 2017 para disputar allí sus últimos 9 partidos marcando su último gol.
El astro no falló a su país, destacando por sus 48 goles en 78 partidos que lo alzaban a la parte alta de goleadores históricos de sus selección, además de contar con la participación tanto de él como de su equipo en la Eurocopa de 2004 en la que fue apeado en fase de grupos. Berbatov tuvo que despedirse de la selección en 2010 tras un año de poca participación y de querer centrarse más en el nivel de clubes. En Bulgaria no es solo un recuerdo, sino que es una leyenda y los aficionados lo tienen en gran estima y recuerda, incluso tantos años después de su retiro
Muchos crecimos viendo la liga inglesa y, al United de Ronaldo y Ferguson. Pero allí estaba Berbatov, mostrando como se puede ser una leyenda allí por donde fue, siendo un gran jugador país a país y equipo a equipo, demostrando como, la calidad no es cuestión de suerte.
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