Despedida | OneFootball

Llegaba el último partido del curso en el Metropolitano y los de Simeone quisieron despedirse con buen sabor de boca, enjugar de alguna forma los desastres recientes lejos de casa y que la afición no pierda toda la ilusión por esa última y extraña competición que queda por disputar: el Mundial de Clubes. Enfrente, lleva una horma perfecta para el zapato: el Betis.

Los de Manuel Pellegrini no tenían de facto nada en juego en la Liga, y están a diez días de jugar la primera final europea de su historia, la Conference frente al Chelsea, todo eso se notó desde el minuto uno, porque la intensidad de los verdiblancos en las disputas se parecía bastante a la que ha mostrado el Atleti en los últimos partidos lejos de su estadio. Como conclusión de todo esto, los de Simeone dejaron prácticamente finiquitado el choque, con un golazo de falta de Julián de los que todavía no se han visto en el Metropolitano y con un cabezazo de Le Normand justo al borde del descanso. Fue un dos a cero temporal por la poca contundencia del Atleti que pudo haberle endosado al Betis una goleada escandalosa a poco que Sorloth hubiera tenido el punto de mira medianamente afinado, pues falló goles groseros.

MADRID, SPAIN – MAY 18: Angel Correa of Atletico de Madrid celebrates scoring his team’s fourth goal during the La Liga EA Sports match between Atletico de Madrid and Real Betis Balompie at Riyadh Air Metropolitano on May 18, 2025 in Madrid, Spain. (Photo by Denis Doyle/Getty Images)

En la segunda mitad el juego estuvo interrumpido durante un cuarto de hora por el infarto que sufrió un seguidor en la grada. Afortunadamente, se logró estabilizar al aficionado y todo pudo continuar. El Betis mejoró con la entrada de los buenos, a los que el preparador chileno había dado descanso. Isco, Antony y Cucho dieron otro aire ofensivo al equipo hasta el punto de que acortaron distancias con un golazo de media chilena de Fornals, pero el Atleti respondió con otro gran gol de jugada colectiva propiciada por Griezmann que mandó a la red Julián Álvarez. Todavía llegó el cuarto gol, uno muy especial, porque lo hizo Angelito Correa, regateando a Adrián San Miguel, y celebrándolo como si fuera a ser el último. Parece que los rumores puedan ser ciertos, porque el jugador se besó el escudo, se abrazó con los suyos, como si de verdad quisiera aprehender ese momento para siempre. Todo el estadio coreó su nombre y si se da su marcha, ese debe ser el principio de todos los homenajes que el argentino merece.

Una goleada al fin para despedir un nuevo curso como terceros, a la espera ya del trámite en Girona y de la incógnita sobre cómo se va a preparar el Mundial de Clubes.