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·2 January 2025
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El FC Barcelona enfrenta una encrucijada crítica con Dani Olmo y Pau Víctor, cuyos registros como jugadores culés fueron anulados por LaLiga. Esta situación ha generado tensiones entre el club, la patronal y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en un conflicto que podría incluso terminar en los tribunales si no se encuentra una solución inmediata.
La raíz del problema radica en el rechazo de LaLiga a las garantías financieras presentadas por el Barcelona para inscribir a ambos jugadores, argumentando que el club no ha cumplido con las estrictas normativas del control económico. A pesar de los esfuerzos de la directiva encabezada por Joan Laporta, que incluso sugirió la cesión de palcos VIP como alternativa, la propuesta fue desestimada, dejando al Barça sin margen de maniobra.
La situación es tan delicada que el club estaría valorando acudir a la justicia ordinaria para conseguir una inscripción cautelar, utilizando como argumento de fuerza mayor las limitaciones impuestas por las normativas vigentes.
Dani Olmo, quien llegó procedente del RB Leipzig por 47 millones de euros, y Pau Víctor, adquirido desde el Girona por 2.7 millones, entrenan con normalidad bajo las órdenes de Hansi Flick, pero su futuro es incierto. Ambos jugadores podrían quedar libres si la situación no se resuelve, ya que carecen de licencia para ser inscritos nuevamente por el mismo equipo esta temporada.
La crisis ha reavivado las críticas hacia la gestión de Laporta. Grupos opositores como ‘Som un Clam’ han exigido su dimisión, mientras que Víctor Font ha pedido explicaciones claras sobre la situación. Por su parte, el club mantiene un hermetismo absoluto, mientras se juega su última carta para desbloquear el caso antes de acudir a los tribunales.
Si LaLiga y la RFEF no aceptan las nuevas propuestas del Barcelona, el club podría solicitar medidas cautelares para inscribir a los jugadores. Sin embargo, el éxito de esta estrategia es incierto, especialmente considerando precedentes como el caso de Samu Omorodion, quien tampoco pudo ser inscrito nuevamente por el mismo equipo.
Con un mercado invernal en marcha y una fecha límite que se cierne el próximo 3 de febrero, el Barça está contra las cuerdas, buscando desesperadamente los recursos económicos necesarios para regularizar la situación de sus jugadores. ¿Logrará el club sortear este nuevo obstáculo o será este un golpe definitivo para la directiva de Laporta?