CTA: un movimiento ni siquiera lampedusiano | OneFootball

CTA: un movimiento ni siquiera lampedusiano | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: La Galerna

La Galerna

·29 June 2025

CTA: un movimiento ni siquiera lampedusiano

Article image:CTA: un movimiento ni siquiera lampedusiano

Como anuncié ayer en X, y según me informan mis fuentes, Fernández Borbalán será el nuevo dirigente deportivo del CTA, entidad que además pasará a estar bajo las órdenes de un CEO nombrado cosméticamente por Louzán. Digo que cosméticamente porque quien realmente nombrará dicho CEO es Javier Tebas, quien ya controla la Federación como siempre soñó.

Nos gustaría decir que el movimiento es lampedusiano, porque siempre queda muy culto decirlo, pero en este caso ni siquiera se han tomado la molestia de cambiarlo todo para que todo siga igual. Va a cambiar bien poco, y lo que cambie será a peor.


OneFootball Videos


La figura del CEO estará controlada por el archienemigo de Florentino, y confiar en que Tebas abanderará una monitorización seria de los discípulos de Negreira (que de Borbalán para abajo seguirán dirigiendo los partidos de liga semana tras semana) es como confiar en que Pedro Sánchez puede liberar una cruzada contra la rampante corrupción en la política española. El único agente real de anticorrupción en el fútbol español es el Real Madrid. A duras penas puede confiarse en que la némesis del presidente blanco se alinee en su bando. Hablamos del hombre que se apresuró a salir a la palestra para aclarar que lo de Negreira había nacido muerto como caso objeto de justicia deportiva, en tanto en cuanto entre todos (¿incluido el propio D. Javier?) lo habían dejado prescribir.

Nos gustaría decir que el movimiento es lampedusiano, pero en este caso ni siquiera se han tomado la molestia de cambiarlo todo para que todo siga igual. Va a cambiar bien poco, y lo que cambie será a peor

Lo de Borbalán es una broma de mal gusto. Hablamos de un profesional del arbitraje que, mientras estuvo en activo, trituró cualquier registro de favoritismo proculé. Su carrera coincide casi al milímetro con el negreirato, cronológicamente hablando, y el inefable diario de adscripción blaugrana Sport (no se sabe si en una muestra de torpeza ingenua o de desfachatez máxima) se animó a llamarlo “árbitro talismán” del equipo cliente de Negreira.

Aquí queda la captura de aquella ignominia que, como suele suceder con este rotativo, se pasea con seguridad por la delgada línea que separa lo ridículo de lo indignante.

Quince triunfos consecutivos de los culés en el mismo número de partidos dirigidos por el trencilla almeriense. Conociendo el cuajo de esta gente, lo único que sorprende es que no le pusieran una insignia, como al Tenerife o a Franco. Se puede acusar de muchas cosas al club cliente de Negreira, pero no haber observado siempre la más estricta reciprocidad en el trato no es una de ellas. Agradecidos son.

Todo se aclara. Louzán solo quería quitarse de en medio a Cantalejo y Clos, sin que ello implicase el menor afán de regeneración real en una institución putrefacta. Se los cepilla por rencillas personales, no por vocación de limpieza. “Florentino me ha dicho que tengo que hacer algo con el tema Negreira, pero es un caso que está en los tribunales. No creo que lo de Negreira influyera en la labor de los colegiados”. En otras palabras, al dirigente federativo, marioneta ahora de Tebas para hacer la cosa más sangrante, se la trae floja y pendulona la imprescindible labor higiénica que demanda el gremio tras décadas de pringue de su cúpula, y aboga por barrer el detritus bajo la alfombra, como la práctica totalidad de los participantes en el cotarro excepto el Real Madrid, que sigue personado en la causa judicial y dando la batalla en su televisión. Un tipo que suelta que “no cree que lo de Negreira influyera en los colegiados” o bien desconoce el concepto de delito de mera actividad —no hacía falta que la tentativa de comprarse el sistema arbitral fuera fructífera para que el crimen sea punible— o bien ignora las escandalosas estadísticas arbitrales durante el vicemandato de Negreira, sin que A y B sean excluyentes. Seamos sinceros: ¿qué puede esperarse de un tipo así?

Louzán solo quería quitarse de en medio a Cantalejo y Clos, sin que ello implicase el menor afán de regeneración real en una institución putrefacta. Se los cepilla por rencillas personales, no por vocación de limpieza

Pues precisamente lo que está sucediendo: que se cepille a los discípulos de Negreira que le caen mal para poner en su lugar a los discípulos de Negreira que le caen bien. Aún no sabemos qué sucederá con el estremecedor Undiano Mallenco, actual número tres (¿nuevo responsable del VAR?), pero sí sabemos que seguirá pitando cada domingo la misma ristra terrorífica de nombres que hacen relinchar los caballos: De Burgos, Alberola, Soto Grado, Sánchez Martínez… Hombres formados en el negreirismo que odian al Madrid por ser el único club que lleva a los tribunales su corrupción y la expone en su medio audiovisual, todo ello en el supuesto de que este odio no se vea además engrasado por el club corruptor de siempre, beneficiario del fraude, con pingües desembolsos Negreira-style. Quien se sabe impune no tiene ninguna razón para dejar de delinquir.

Club, decimos, beneficiario del fraude y creador del relato futbolístico patrio a través de los medios que controla, que por vía directa o indirecta son la mayoría. Esos mismos medios nos recordarán sin tregua que Louzán y Tebas son madridistas confesos. De igual manera que el principal interés del Diablo es, según San Ignacio, que no creas en su existencia, así la gran treta de los enemigos del Madrid es declararse más vikingos que el mismo D. Santiago.

Getty Images

View publisher imprint