Alaba, en tela de juicio | OneFootball

El zaguero austriaco atesora un contrato boyante en lo económico y no consigue despachar las lesiones

David Alaba está en la picota. Encallado en el fango desde diciembre de 2023 a causa de los problemas físicos, con una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que le dejo en el dique seco durante 399 días, el jugador madridista ha perdido burbuja en el Real Madrid.

Hoy por hoy, Huijsen, Rüdiger, Asencio y Militao se encuentran a dos o tres peldaños por encima del ex del Bayern de Múnich. Un ‘sorpasso’ clarividente que va a dejar al austriaco sumido en el banquillo de cara la próxima temporada, que arrancará el lunes 4 de agosto en Valdebebas.

En la cúpula blanca se vería con buenos ojos que Alaba pusiera punto final a su etapa en Chamartín. Su ficha, la tercera más alta del plantel, supone una rémora importante en el club presidido por Florentino Pérez. Mientras tanto, ya ha salido a la palestra el nombre de central del Liverpool Ibrahima Konaté, quien podría recalar en el Santiago Bernabéu.

Ese movimiento, en caso de realizarse a lo largo del mercado estival de fichajes (acaba el 1 de septiembre), se traduce como una vía de escape definitiva para el internacional con Austria. No entra en los planes de Xabi Alonso, entrenador con el que todavía no ha debutado.

No juega desde el 23 de abril

Para encontrar la última aparición de David Alaba con la casaca merengue… hay que rebobinar en el cajón hasta el pasado 23 de abril en Getafe. A las puertas de la final de Copa del Rey en La Cartuja de Sevilla, el ‘4’ del Madrid sufrió una nueva dolencia. El parte médico, contundente: rotura del menisco interno de la rodilla izquierda.

Y, de nuevo, tuvo que pasar por quirófano. Así las cosas, no ha vuelto a jugar desde ese envite en el Coliseum a pesar de que viajó con el resto del plantel al Mundial de Clubes de Estados Unidos, donde también cayó a la enfermería a razón de una lesión muscular en el sóleo.

Las dolencias han ido galopando sobre un Alaba que el curso pasado cerró el contador con la friolera de siete encuentros disputados. En cuatro de ellos salió de la partida (ante Girona, Real Betis, Rayo Vallecano y Getafe). Insuficiente bagaje.

Dada la exigencia que se olisquea en el Real Madrid curso tras curso, una salida rumbo a un equipo de menos entidad se postula clave para el capitán de la selección austriaca. El hecho de permanecer en la capital de España le conduce directamente al ostracismo, ese del que no logra salir.