21 días para el retiro de Nadal: 2003, destellos de leyenda | OneFootball

Nadal comenzó a asentarse en la élite en el 2003, con tan solo 17 años, pero sin llegar a levantar ningún título

El próximo 21 de noviembre es, potencialmente, la fecha en la que Rafa Nadal dirá adiós al tenis. Es por ello por lo que, desde Afición Deportiva, le vamos a homenajear con un artículo al día que recuerde cada una de sus temporadas en a élite. La primera de forma más o menos completa con los grandes fue la del 2003, donde ya dejó destellos de su enorme calidad con victorias sobre Moyá, entre otros. Por aquel entonces era Federer quién comenzaba a dominar el deporte de la raqueta, consiguiendo su primer Wimbledon.

Nadal comenzó el 2003 dentro del top 200 y lo finalizó entre los 50 mejores del mundo. Si por aquel entonces existiesen las Next Gen ATP Final hubiera sido, sin duda, la principal figura de ellas. Y eso que, hasta marzo, tan solo contaba con un torneo ATP a sus espaldas, el de Mallorca 2002. El 29 de abril de dicho año disputó y venció su primer encuentro ATP en Mallorca gracias a una invitación de la organización. Su víctima fue el paraguayo Ramón Delgado. A sus 15 años, 10 meses y 26 días se convirtió en el segundo más joven en debutar tan solo por detrás de un tal Richard Gasquet.

Montecarlo y Barcelona, el impulso

El balear arrancó la temporada disputando torneos de categoría Challenger, el anticipo a la ATP.  Por cercanía a su tierra la mayoría de las citas a las que acudía se celebraban en Europa. En su segunda semana de competición, en Hamburgo, ya alcanzó la final. Aunque su superficie favorita era la tierra batida, demostraba que sus habilidades trascendían más allá de la arcilla. Curiosamente, en los cuartos de final de tierras germanas, derrocó a Fernando Verdasco, con quién tantos éxitos nacionales compartirían a posteriori.

Fuente: Photo by Clive Brunskill/Getty Images

Alcanzaría dos finales más, en Cherbourg y Cagliari, antes de su primer título en Barletta y la explosión fina en ATP. Accedió a la fase previa de Montecarlo y, tras superarla con éxito, dio la sorpresa mandando a Albert Costa para casa en primera ronda. El por entonces top 10 se vio superado en todo momento. Ni siquiera le pudo hacer un set al adolescente de 16 años. Guillermo Coria, en segunda, le devolvería los pies a la tierra, aunque poco aguantaban sobre ella.

Una semana más tarde, en Barcelona, volvió a dar de qué hablar. El Conde de Godó le otorgó una wild card para el cuadro principal y, tras vencer a Juan Antonio Martín, se citó con Alex Corretja. El catalán, uno de los mejores del momento sobre tierra batida, necesitó de tres mangas y más de dos horas para que Nadal diese su brazo a torcer. La segunda manga, donde el manacorí venció por 6-2, era una evidencia del potencial de Rafa. Le faltaba regularidad. Tan solo requería de tiempo.

Moyá y un partido histórico

Tres Challenger más disputaría Rafa en 2003. No necesitó más para asentarse plenamente en el circuito profesional. Hamburgo significó un nuevo mazazo, la confirmación. Ni Montecarlo ni Barcelona habían sido suerte de un día. De nuevo desde la fase previa alcanzó la tercera ronda. Esta vez fue Carlos Moyá la gran víctima que se cobró por el camino. El ex número 1 y actual top 5, entrenaba de forma habitual con Nadal y ya eran más amigos que compañeros. «Lo siento, te he ganado«, le dijo el joven en la red, como si se sintiese culpable de ganar a su ídolo.

Al siguiente día, en el que se enfrentaba a Gastón Gaudio, la resaca emocional le pasó factura. Una fisura en su codo derecho en una caída mientras entrenaba le privó de acudir por primera vez a Roland Garros, pero sí lo estaría en Wimbledon. El All England Club pudo disfrutar en tres ocasiones de él hasta que un desconocido Paradorn Srichaphan le frenó el avance de forma brusca. Tiempo de recibir lecciones, de sumar aprendizaje y experiencia para lo que se vendría después.

Fuente: Photo by Clive Brunskill/Getty Images

Y, es que, aquel 2003 estuvo por las primeras veces. Primer viaje a Nueva York, primera victoria en el US Open, primeras semifinales de ATP…Eso sí, también recibió muchos reveses. No todo fue vino y rosas. Sobre todo, en esos últimos meses de 2003, las derrotas se cebaron con el de Manacor. Salir de la tierra batida, una vez se había adaptado a ella, no le estaba siendo fácil. Un año completo al máximo nivel puede hacerse excesivamente largo y tendría que esperar a 2004 para levantar su primer título.

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