MUNDO MILLOS
·9. August 2025
Totalmente inadmisible

In partnership with
Yahoo sportsMUNDO MILLOS
·9. August 2025
Millonarios ganaba 2-0 antes de los 30 minutos y era una tromba frente a un Cali sin respuestas ni ideas. ¿El resultado final? Un empate 3-3 que casi termina en derrota. Lo que parecía una goleada azul y la primera victoria del Finalización terminó en otra desilusión más. Y aparte de lo negativo que fue este empate con sabor a derrota, el Embajador sufrió la durísima baja de Andrés Llinás, quien se fracturó el tobillo y estará ausente un muy buen tiempo.
El aspecto mental del equipo azul está en el subsuelo. Este grupo no puede recibir un gol porque no sabe asimilarlo ni superarlo. La semana pasada no supo levantarse de un 0-1 en contra al minuto 3, esta vez no pudo superar un gol que era el 2-1 ¡a favor! terminando la primera mitad. Es increíble.
Frente al Cali de Gamero, Millonarios no solamente dejó escapar dos puntos (o tres, si se quiere). También se despilfarró un buen espectáculo que había durado 44 minutos, quizá lo mejor que ha mostrado el Embajador en todo el 2025. Este Millos era una tromba, hizo dos goles, puso un remate en el palo, hizo del portero «verdiblanco» a la figura del juego. Era todo magia: velocidad, precisión, intensidad, presión alta, llegadas, ocupación de espacios.
Estaba tan desesperado Gamero que a los 35 minutos hizo tres cambios y modificó todo el módulo de su equipo ante la inmensa superioridad de Millonarios. El 2-0 era corto, el partido pedía y merecía más goles. Pero en la última jugada del primer tiempo, el VAR sancionó penal para el Cali, fue el 2-1. Y ahí todo cambió.
En los primeros minutos del segundo tiempo, Millos quiso seguir de largo, generó dos opciones que no se definieron bien, y se cayó. Vino el 2-2, impensado por todos media hora antes. Y luego, en un gran tiro libre, el 2-3, que también incluyó la contusión de Guillermo De Amores, quien debutaba en el Embajador y tuvo que salir a un centro médico minutos después. De la tromba que había sido Millonarios en 44 minutos y merecía golear ya no quedaba nada. La moral por el piso, el fútbol y el ánimo también.
Y para completar llegó también la lesión de Llinás. Las imágenes ya eran muy fuertes. El fútbol ya se había apagado, Millonarios era solo ganas y empuje, era querer buscar el empate como fuera, sin argumentos de peso. En la tribuna solo se escuchaba «Movete, Millos movete», pero Millos no se movía en absoluto.
Hasta que al 81, en un cobro de tiro libre, Danovis Banguero también se mandó su golazo y le quitó al Cali la posibilidad de romper 12 años sin ganar en Bogotá por Liga. Después por poco y lo perdemos de nuevo, en un cobro de pelota quieta desde la derecha que generó tremendo susto. Llegó el final, fue 3-3. Ni nosotros ni ellos fuimos «levantamuertos». Pero si estás ganando 2-0 antes de media hora de partido, y si haces tres goles en casa y no ganas, es porque las cosas no salieron bien.
PD: Pronta recuperación, Andrés.
Gabriel JiménezX: @elmechu Instagram: @mechujimenez
Live