River armó una fiesta para presentar a sus refuerzos: devoción por Montiel, amor por Enzo y el pedido de los hinchas a Marcelo Gallardo | OneFootball

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·22. Januar 2025

River armó una fiesta para presentar a sus refuerzos: devoción por Montiel, amor por Enzo y el pedido de los hinchas a Marcelo Gallardo

Artikelbild:River armó una fiesta para presentar a sus refuerzos: devoción por Montiel, amor por Enzo y el pedido de los hinchas a Marcelo Gallardo

La gente del Millonario llenó el Monumental para ver el triunfo 2-0 ante México y a sus nuevas figuras.

No es el Santiago Bernabéu ni el Camp Nou. Tampoco el Etihad o Anfield. Ni el Olímpico o el San Siro. No es Madrid, Barcelona, Manchester, Liverpool, Roma o Milán. No es Europa. Es Argentina, es Buenos Aires. Es el Monumental. Es River.


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El Euro-River que pensó, imaginó y diseñó Marcelo Gallardo para afrontar un 2025 con muchos desafíos, que tendrán la mira puesta en ir nuevamente por esa bendita obsesión llamada Copa Libertadores y en hacer un buen papel en el Mundial de Clubes a mitad de año en Estados Unidos, tuvo su presentación en Núñez en un amistoso frente a la selección de México, a pocos días del debut oficial.

Fue un triunfo 2-0 merecido y cómodo ante un combinado B de los aztecas, dirigidos por el histórico Javier Aguirre, el Vasco. El Millo se puso en ventaja rápidamente con un bombazo de Giuliano Galoppo, y luego apareció Miguel Borja con otro zapatazo para recordar que River ya tenía un equipazo antes de que llegaran «los nuevos».

El primer tiempo de River mostró el viejo sello de Marcelo Gallardo, con posesión, presión y llegada por todo el frente de ataque. Con el correr de los minutos se comenzó a ver el trajín de la pretemporada, los jugadores regularon esfuerzos de cara al debut en el torneo Apertira del sábado frente a Platense en Vicente López, y lo que pudo ser goleada terminó siendo un entrenamiento.

Antes, durante y después de los noventa minutos ante México la gente de River vivió una fiesta. Pero las mejores postales de esta primera vez del año en el Monumental estuvieron en la presentación de los siete refuerzos, con Gallardo y Brito a la cabeza.

Puso la vara muy alta el Muñeco, fiel a su estilo y como corresponde a la demanda histórica de la banda roja. Jorge Brito, el presidente del club, lo acompañó, abrió la tesorería y llegaron hasta el momento siete refuerzos, la mayoría de primer nivel, por los que se desembolsaron más de 20 millones de dólares. Y tuvieron una presentación estelar, a puro cine, como se dice en las redes sociales.

A la europea, o al estilo NBA, hubo una presentadora en el campo de juego que iba nombrando uno a uno a los refuerzos, antes de que aparecieran en escena, mientras en la pantalla del estadio se pasaba un video con imágenes para cada uno de ellos. Y a medida que salían se encendían bengalas chispeantes a sus costados, antes de pararse en el escenario.

El primero en salir y en recibir una ovación -la más grande- fue Enzo Pérez. Eran casi las ocho de la noche, aunque el sol todavía no se había ido, y el Monumental ya tenía más de la mitad de su capacidad ocupada (luego se colmó con 85 mil personas como es habitual). El mendocino levantó sus brazos y saludó a esos hinchas que sienten a River de la misma manera que él y lo llevan en la piel. Repatriado por Gallardo, volvió a sentirse pleno y feliz tras su exilio en Estudiantes, luego del conflicto con Martín Demichelis.

Después de Pérez, salió Gonzalo Tapia, el delantero chileno que dejó la Universidad Católica y todavía es una incógnita pero que ya mostró algunas cosas interesantes. Lo siguió Giuliano Galoppo, que vino desde San Pablo y luego abriría el marcador del partido con un golazo. A continuación fue el turno del paraguayo Matías Rojas, el ex Racing que viene de tirar paredes con Lionel Messi en Inter Miami.

Y las últimas apariciones fueron para tres hijos de la casa. Salió Lucas Martínez Quarta, firme y aplaudiendo como un hincha más para volver a jugar en la zaga riverplatense tras su paso por la Fiorentina. Después, Sebastián Driussi, quien pegó la vuelta después de casi 8 años, tras sus pasos por el fútbol ruso y la MLS de Estados Unidos. Y por último, con el brazo derecho en alto, Gonzalo Montiel, el tipo que con su penal sentenció la tercera Copa del mundo para Argentina en Qatar 2022.

Todos ellos fueron ovacionados, y mucho más Cachete, el campeón del mundo que también dejó Europa tras pasar por Sevilla y Nottingham Forest. Mientras, su mamá Marisa, lagrimeaba a pura emoción en la platea Belgrano, junto a toda su familia. “Son muchas sensaciones. Acá fueron sus primeros pasos, este es el club que amamos todos. Estoy muy feliz porque la gente lo ama. Su felicidad es la nuestra”, dijo la madre del chico del penal más festejado en el país al pasar, antes de ir a su ubicación.

Con la llegada de Montiel, River puede jactarse de ser, junto al Atlético Madrid, el equipo con más campeones del mundo actuales en el planeta. El lateral derecho se sumó a Franco Armani, Germán Pezzella y Marcos Acuña. Gallardo armó su propia selección. Y es literal. De los once que salieron a jugar contra México, solo Galoppo y Facundo Colidio no integraron una selección Mayor, aunque el ex Tigre sí estuvo en las juveniles.

Los hinchas explotaron cuando vieron salir al hacedor de este equipo. Gallardo, acompañado por Brito, subieron las escaleras del túnel hacia el campo de juego para unirse a los futbolistas presentados y hacer la foto final, con la leyenda “River 2025”. No hubo palabras a la multitud. Pero igualmente desde los cuatro constados tronó el canto por el líder. “Muñeeecooo, Muñeeeecooo”, gritaron con fuerza. Lo mismo sucedió cuando la voz del estadio cerró la formación del equipo y mencionó al DT de River. Y también cuando el equipo salió a la cancha, rodeado del humo rojo y blanco. Antes, los campeones del mundo más Enzo Pérez, Martínez Quarta y Driussi se llevaron también grandes ovaciones.

El Muñeco rápidamente se metió al vestuario con los jugadores, que tenían que prepararse para salir al calentamiento previo. El entrenador se tomó el partido con mucha seriedad. Se trataba del último ensayo antes del debut oficial, el sábado ante Platense en Vicente López. En la cancha, sus jugadores respondieron igual.

Y en las tribunas, también hubo clima de partido oficial. Repartieron alientos a los futbolistas propios, silbidos a los mexicanos en el momento de los himnos (¿por el ida y vuelta de los aztecas con Messi?) y el grito de “dale campeón, dale campeón”, en clara alusión a la tercera estrella de la Selección. Y no olvidaron el fútbol nuestro de cada día, claro, con un cántico que ya es un clásico: “Quiero la Libertadores”…

River tiene con qué. Armó una selección para intentar conquistar América una vez más.

/Clarin

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