Parce, el triunfo de Nacional apretó el grupo | OneFootball

¡Parceeee, qué partido tan sabrosón el que se mandó Atlético Nacional en El Campín! Con todo en contra, con la presión encima y la obligación de sumar, el Verde sacó la jerarquía y derrotó 2-1 a Independiente Santa Fe en su propia casa. Una noche de esas que nos hacen recordar por qué este escudo pesa, por qué Nacional nunca se rinde y por qué siempre hay que creer hasta el final.

Desde el pitazo inicial, los muchachos salieron con el cuchillo entre los dientes. El primer gol fue pura categoría, pura efectividad. Nos pusimos arriba en el marcador y aunque Santa Fe empató, el Verde nunca bajó los brazos. Al contrario, respondió como los grandes, con cabeza fría y corazón caliente. ¡Y toma tu segundo gol, mi perro!

Con ese resultado, el grupo se apretó más que buñuelo en diciembre. ¡Todos con vida, mi hermano! La tabla se puso sabrosa, y eso quiere decir que lo que se viene en Medellín el lunes es una verdadera final. Una final de esas que nos gusta jugar en el Atanasio, con la gente, con la fiesta, con la camiseta bien puesta y el alma verdolaga a mil.

Parce, lo que hizo Nacional en Bogotá fue más que ganar tres puntos. Fue un mensaje claro pa’ todos los que ya nos daban por fuera: ¡todavía estamos vivos y vamos con todo! Esto no se acaba hasta que se acaba, y si hay un equipo que sabe jugar finales, ese es Atlético Nacional. ¡El más veces campeón, el papá del fútbol colombiano!

Ahora, el lunes se nos viene Millonarios en un Atanasio que va a estar hasta las banderas, lleno de fe, de pasión y de esperanza. Vamos a hacer sentir esa localía como nunca, vamos a rugir desde la tribuna y a empujar a los muchachos con toda la energía que solo la hinchada más grande de Colombia puede dar.

El mensaje es claro, mi parcerito: no dejemos de creer. Este equipo ha tenido altibajos, sí, pero cuando la cosa se pone dura, es cuando el Verde más brilla. Con humildad, con berraquera y con la bendición de Dios, vamos a dar ese paso que nos ponga cerquita de otra final, de otro título, de otra alegría para el pueblo verdolaga.

Así que pilas, mi gente. ¡Todos pa’l estadio, todos con la camiseta puesta, todos con el corazón latiendo por Nacional! Que esta historia todavía se está escribiendo, y juntos vamos a seguir dándole páginas gloriosas al club más grande de este país. ¡Vamos Verde, carajo!