
La Galerna
·4. August 2025
Mira, chato (CLXXXVIII)

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·4. August 2025
Esto arranca y sabemos que el Madrid se estrenará en Austria, en el Tirol, en lance amistoso. Me sorprendió que reservara su Falcon para volver. Sí, sí, lo he confirmado. Inexplicable. Debería quedarse allí. Buen país, tiempo fresquito… Está permitido llevar jamón, unas nécoras, esas cosas. ¿Volver a España sabiendo lo que le espera?
A mí me da mucha pereza volver a lo de siempre. Los grandes gags los conocemos, cada vez es más difícil la sorpresa buena, gorda, hilarante: lo que te hace vibrar y pedir más, otra más. Es verdad que son muchos en este circo y tienen capacidad para conseguir que vuelva a salir el conejo y nos excite durante un tiempo.
Pero no será fácil. La inscripción de jugadores del Barça ya apenas motiva. ¿Es posible superar la intervención del Gobierno? Como no sea inscribir a Joan García como Joana en el femenino, no lo veo. Uribes daría su OK en aras de la igualdad o cosa parecida.
El portero es joven y bueno, y jugaría sin problema el sábado con las chicas y el domingo con los chicos. En caso de apuro, lesiones que no deseamos, sanciones, la racial Mapi León podría formar pareja con Cubarsí en justa reciprocidad de género. Faltaría más.
Lo del Congo tiene su qué, pero quien ha vivido lo de las palancas ficticias, ese arte que permite dar por bueno un dinero que no existe, pues la verdad... El dinero congoleño sí estará, los países ricos no fallan. ¿Si llegará todo, parte? ¿De golpe, a plazos? No me agobien: veremos. Es eso, un país rico y trata de cuidar su imagen hermanándose con otro rico, y ejemplar, que es el Barça.
Pero sí, la sorpresa nunca es descartable. Por ejemplo: el dueño del Atleti ha proclamado ‘urbi et orbi’ que la pasada temporada -de otras no habló- a su equipo lo destruyó el penalti del doble toque aquel. Y que desde entonces, ¿marzo, verdad?, no hubo manera de que los muchachos dieran pie con bola.
Puedo entender su frustración, hacerla muy mía. Pero no su destrucción absoluta. Así de golpe, que le pase aquello a tu estrella… Un caso de malísima suerte, un horror. ¿Y más con el Madrid delante? No. ¡Esa es la clave!
Si llevas miles de años diciendo que el Madrid roba, a todos y a ti especialmente, lo normal es esperar el momento, saber que llegará, sufrirlo y marcharte a cenar después del partido tras reparadora ducha trufada de humanos improperios, rajada posterior ante los medios, ‘kleenex’ inclusive para los más afectados.
Entrar en el restaurante y decirle al camarero: “Lo que te dije. Ya me extrañó que cuando se cayó Brahim en el área no pitaran nada. Fue una trampa, para que nos relajáramos. Bueno, anda, tráete unas cañas, porfa”. Y luego, dormir diez horas a pierna suelta.
Algo pasará, sí. El Madrid se estrenará en Austria y el partido siguiente ya será oficial. El juez único escuchó mi ruego y se pronunció sobre si aplazaba o no su partido con Osasuna. Fue no. Que no está en el Reglamento, sostuvo. Ignacio Ruiz Quintano ha dejado una verónica sublime en ABC. “Ni la amnistía en la Constitución”.
Más pereza. Tras la formidable experiencia del Mundial sin árbitros españoles, tendremos varios en cada partido. Pereza máxima, pero con su morbo: ¿superarán estos a Cantalejo y Clos? Normalmente sí
Está el sentido común, un cosa es usarlo o no. El juez, en realidad un abogado, tenía dos caminos. El elegido y el otro. El pensar que quince días de pretemporada son poca cosa y que tratándose de la primera jornada, fechas hay para su disputa. O jorobar al Madrid, lo cual da puntos.
Aplazar considerando que el rival, Osasuna, estaba por la labor pues entendía que era humanamente razonable la petición de su colega. Lo explicó Herrera, su magnífico portero en la SER. El pueblo madridista deberá aplaudirle ese día 19 cuando se coloque bajo palos y trate de parar todo lo que le echen. Este tío se viste por los pies. Como hay pocos, reconozcámoselo.
Más pereza. Tras la formidable experiencia del Mundial sin árbitros españoles, tendremos varios en cada partido. Un ‘puñao’ entre los de abajo y los de arriba. Pereza máxima, pero con su morbo: ¿superarán estos a Cantalejo y Clos? Normalmente sí.
¿Ven? Al final, escarbando y escarbando, hasta me van a poner cachondo.