
La Galerna
·2. August 2025
Mejores no hay

In partnership with
Yahoo sportsLa Galerna
·2. August 2025
Hubo un tiempo, lejano, en mi infancia y protojuventud, en que había un lema de una muy conocida marca de material eléctrico, que ocupaba casi en exclusiva la publicidad del Estadio Santiago Bernabéu y del pabellón de la Ciudad Deportiva de La Castellana. El lema era “Mejores no hay”. Pues bien, este lema se puede aplicar perfectamente a los trencillas chufleteros que pitan y pitan por la geografía patria dejando su estela de corrupción y amaño constante por los campos de fútbol. Son los mejores. En el sueldo, que no en el campo.
En España hay que ser árbitro. No para impartir justicia, que eso aquí no lo hace nadie, empezando por el Supremo y acabando por el del VAR, sino porque es el único oficio donde puedes cagarla cada semana, con premeditación, alevosía y hasta saña, y aun así te suben el sueldo. Y no una subida simbólica de esas que se anuncian con trompetas y luego no te da ni para un bocata de calamares, no. Una subida histórica, ejemplar, galáctica. De ahora en adelante, los árbitros españoles serán los mejor pagados del mundo.
Los mejores pagados. No los mejores, no los más preparados, no los más respetados. Sólo los más pagados.
Es decir: el árbitro español medio, ese que confunde el reglamento con las instrucciones del microondas, cobrará más que un árbitro de la Premier, más que uno de la Bundesliga, más que uno que haya pitado una final de Mundial, más que uno que haya tenido que sobrevivir a la mafia de la Conmebol sin necesidad de escolta policial. Aquí, en la tierra de Negreira, en el país donde el VAR funciona como una ouija en manos de Sandro Rey, los trencillas ganarán más que nadie.
Y uno se pregunta: ¿por qué?
¿Es por méritos? ¿Por prestigio internacional? ¿Por su imparcialidad inmaculada?
es el único oficio donde puedes cagarla cada semana, con premeditación, alevosía y hasta saña, y aun así te suben el sueldo. Una subida histórica, ejemplar, galáctica. De ahora en adelante, los árbitros españoles serán los mejor pagados del mundo
No. Es por lo de siempre: porque seguimos siendo un país secuestrado por las mismas manos que hicieron del arbitraje español un lodazal pestilente durante décadas y porque ahora, con Louzán al frente de la Federación, no solo no se ha depurado nada, sino que se ha premiado al aparato, como quien le pone medallas a un coche bomba por la calidad de la explosión.
Que no haya ido ni un solo árbitro español al Mundial de Clubes, ni uno, repito, ni uno, ni como cuarto árbitro, ni como recogepelotas, ni disfrazado de palo de córner, no les ha supuesto ni una reprimenda. Al contrario: sueldo al alza. Bonificaciones, revalorización de mercado. Son el político de las instituciones: cuanto menos hacen, más cobran. Pero al menos, el político no pita penaltis, creo…
Hay que decirlo claro y con letras grandes: el arbitraje español es un chiringuito gestionado por los herederos de Negreira, con la bendición de sus nuevas caras, tan viejas como las anteriores. En esta tragicomedia, el nombramiento de Louzán como presidente de la RFEF no ha sido un punto de inflexión, sino un calco grotesco de todo lo anterior. Nos prometieron regeneración y nos dieron continuidad. Prometieron aire fresco y han ventilado con el mismo calcetín que llevaba Rubiales en la maleta de Arabia.
Louzán es el nuevo patrón de la vieja podredumbre. Distinto perro, el mismo collar y, encima, hecho con cuentas de oro.
No es que no hayan depurado responsabilidades por el caso Negreira, es que han blindado a sus descendientes profesionales. ¿Que el Barcelona pagó durante años al vicepresidente del CTA mientras ganaba Ligas entre penaltis inventados, rojas obviadas y ciclos gloriosos de posesión arbitral? Bah, agua pasada. Asunto puntual. ¿Que no hay ni un solo colegiado español que levante la voz contra ese escándalo, salvo para decir que "no sabían nada"? Pues venga: 300.000 euros por temporada y un coche de empresa.
Que no haya ido ni un solo árbitro español al Mundial de Clubes no les ha supuesto ni una reprimenda. Al contrario: sueldo al alza
Y aún habrá quien diga, que lo hay, que la culpa es del Real Madrid y de su televisión corporativa por señalarlo.
Hace falta tener la cara más dura que el plexiglás del VAR para aprobar esta subida salarial sin haber limpiado el estercolero arbitral. Porque si algo está claro es que el problema nunca fue solo Rubiales, ni solo Negreira, ni solo Medina Cantalejo. El problema es sistémico, estructural, transversal y, sobre todo, consentido.
El Real Madrid, que sigue esperando justicia como quien espera un abrazo de Laporta, no ha hecho otra cosa que exigir transparencia. ¿Y qué ha recibido a cambio? Silencio, desprecio y ahora esto: una élite arbitral sobrepagada, sobreprotegida y sobreactuada, como si estuviéramos en los Premios Goya y cada tarjeta fuera una ovación.
Se suben el sueldo en plena crisis de legitimidad. Es como si un ladrón se quejara de que su botín no trae billetes nuevos. No hay ni uno solo de estos árbitros que haya dado una rueda de prensa, que haya explicado sus decisiones, que se haya ofrecido a ser evaluado por un organismo independiente. Aquí, el árbitro ni se toca ni se cuestiona: se le reverencia, se le enriquece y se le pone moqueta hasta en el túnel de vestuarios. Así nos va.
Mientras en otros países los árbitros pasan pruebas físicas de las de verdad, se reciclan, explican sus errores y son auditados, aquí tenemos un comité técnico dirigido por Fernández Borbalán, uno de los árbitros más descaradamente favorables al Barcelona que se recuerdan. Y lo recordamos porque tenemos memoria y no nos hemos olvidado de aquel penalti de Mascherano a Lucas Vázquez, ni de aquellos clásicos donde las patadas azulgranas eran invisibles, ni de los abrazos cómplices en el túnel de vestuarios. Borbalán, sí. El mismo que ahora manda, evalúa y promueve.
¿Y qué ha dicho Louzán de todo esto? Nada. Sonríe, calla y firma subidas salariales. El árbitro español es ya oficialmente el Neymar del silbato: cobra mucho, cae en cuanto le tocan y finge siempre que puede.
No hay intención de regeneración, no hay voluntad de depuración, sólo hay continuidad, encubrimiento y blindaje económico. Que nadie se engañe: la estructura arbitral española sigue secuestrada por la sombra de Negreira, y ahora con plus de productividad.
Pero que nadie se queje luego de que el Real Madrid y su afición desconfíe, ni de que exija árbitros extranjeros en partidos clave, ni de que Florentino quiera largarse de esta liga de peluches amañados. Lo raro sería lo contrario. Porque si tú tienes un sistema corrupto, y en lugar de purgarlo lo subvencionas, lo normal es que te tomen por tonto. Y eso sí que no: de gilipollas ya tuvimos bastante con los que aplaudieron a Rubiales.
A todo esto, la prensa patria, de campo y playa….
Nos toman por imbéciles. Pero no lo somos. Somos madridistas y no olvidamos. Me despido con la frase de mi amigo Javi, que ya está en capilla operatoria… Ser del Real Madrid es lo mejor que una persona puede ser en esta vida… ¡Hala Madrid!
Getty Images
Live
Live
Live
Live
Live
Live
Live
Live
Live