La purga, el miedo y el humo: crónica de una limpieza que no limpia nada | OneFootball

La purga, el miedo y el humo: crónica de una limpieza que no limpia nada | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: La Galerna

La Galerna

·27. Juni 2025

La purga, el miedo y el humo: crónica de una limpieza que no limpia nada

Artikelbild:La purga, el miedo y el humo: crónica de una limpieza que no limpia nada

Anoche ganamos al Salzburgo, y nos clasificamos para los octavos de final del Mundial de Clubes, haciendo una gran primera parte en la que el equipo presionó en campo contrario recuperando balones y siendo solidarios e incisivos en ataque, sin muchos contratiempos en defensa, bajando el ritmo en la segunda pero sin temer en ningún momento por el resultado. La mano de Xabi Alonso se empieza a notar y da la sensación de que, cuando estén todos los efectivos disponibles, pueden hacerse grandes cosas la temporada que viene.

Me dio un poco de vergüenza ajena ver que la cadena generalista Telecinco, dueña de parte de los derechos de emisión del mundial de clubes para España, prefirió poner en antena un programa de tarot antes que el partido del Real Madrid. Aunque fueran las tres de la madrugada en la península Ibérica, supongo que la audiencia de la cadena hubiera sido más importante con el fútbol que con las cartas, pero en fin, ellos sabrán. Mi abuela decía que Dios da mocos a quien no tiene pañuelo, y el asunto de la emisión del encuentro parece avalar dicha aseveración abuelil.


OneFootball Videos


Artikelbild:La purga, el miedo y el humo: crónica de una limpieza que no limpia nada

Pero no voy a hablar hoy del partido, porque ya hay muchos y muy buenos analistas que lo están haciendo en este excelso medio, analizando sesudamente las técnicas, las tácticas y el dibujo del equipo blanco en Filadelfia. Hoy quiero hablar de lo que pasó ayer en la sede de la Real Federación Española de Fútbol, donde se produjo un hecho que, aun siendo esperado, resulta curioso y merecedor de un análisis desde el punto de vista de un madridista escribidor de cosas, como es este humilde servidor de ustedes.

Por fin. Tras años de escándalos, de cafés con azúcar institucional y servilletas con membrete arbitral, la RFEF ha movido ficha. Louzán ha mandado al carrer a Medina Cantalejo, Clos Gómez y toda la cúpula del CTA como fichas de dominó viejo. Algunos celebran la noticia como quien se emborracha con vino peleón en una boda: al tercer brindis se olvidan de que siguen en el mismo pueblo y con el mismo cuñado. Pero conviene no perder la cabeza: esto no es una limpieza. Es una mano de pintura barata en una casa con termitas.

La mano de Xabi Alonso se empieza a notar y da la sensación de que, cuando estén todos los efectivos disponibles, pueden hacerse grandes cosas la temporada que viene

Al hilo de esta noticia, hay que recordar que el partido Real Madrid-Salzburgo lo arbitró un mauritano, un mauritano que, sin influir en el resultado, bien podría haber pitado cualquier partido de la liga española, por lo malo que era. Madre mía, qué esperpento de arbitraje. Ya digo que no influyó ni perjudicó a nadie, pero tuvo errores técnicos de bulto que hacían volver la cabeza del rubor. La liga mauritana no creo que sea de mayor nivel que la española, por lo que, en buena lid, sus trencillas deberían tener menor nivel que los nuestros. Pues no, el mauritano en el Mundial y los españoles en el sofá. Y encima hay que aguantar exigencias y campañas de respeto al árbitro en los campos patrios.

La destitución de la cúpula arbitral es una buena noticia, sí. Pero que nadie se equivoque: sustituir al personal de un chiringuito no convierte el chiringuito en institución seria. En España, el problema del arbitraje no son los nombres. Es el sistema. Es la opacidad. Es el enchufe. Es la servidumbre histórica a cierto club del que usted me está hablando, cierta prensa y cierto silencio. El problema no era solo Medina, Clos o los que se sentaban en las reuniones del CTA como si fueran padres fundadores de la impunidad. El problema es que la estructura sigue intacta. Han echado a los actores, pero el guion sigue siendo de Negreira.

Artikelbild:La purga, el miedo y el humo: crónica de una limpieza que no limpia nada

La RFEF ha anunciado, muy digna, que la semana próxima nombrará a un CEO y personal técnico independiente para controlar la gestión de los árbitros. CEO, personal independiente. Palabras bonitas, modernas. Suenan a cosmética empresarial. Pero ¿de dónde van a salir? ¿Qué capacidad real tendrán? ¿Podrán revisar el pasado o solo emitir informes powerpoinescos sobre el futuro? ¿Serán nombres independientes o comisarios políticos de nueva hornada? Preguntas todas sin respuesta, como las faltas de Busquets durante quince temporadas.

El problema de fondo, lo sabemos todos los que no llevamos una camiseta blaugrana como venda en los ojos (y en las manos, ¡ay! Esas vendas…), es que la sombra de Negreira sigue proyectándose sobre todo el estamento arbitral. No sobre uno o dos. Sobre todos. Cualquiera que haya arbitrado, al menos entre 2001 y 2018, (periodo en que su club cliente pagó de forma documentada 8,4 millones de euros al vicepresidente del CTA, aunque menda lerenda cree firmemente que los pagos se iniciaron a principios de los años 90 del siglo pasado) está manchado. Y no lo digo yo: lo dice la lógica, lo dice la prudencia, lo dice la ética más elemental, lo dicen los informes de la Policía Judicial y los autos del Juez instructor. No se puede ejercer en un sistema putrefacto y luego pedirnos que aplaudamos su honradez sin auditar sus actuaciones. Esto no es una inquisición, es una exigencia mínima de responsabilidad, aunque lloren los niños de alguno.

El problema es que la estructura sigue intacta. Han echado a los actores, pero el guion sigue siendo de Negreira

Aquí llega la madre del cordero. Y no es un cordero, es un morlaco. Porque, ¿qué pasa con los ascensos, descensos e internacionalidades decididos por esta cúpula recién defenestrada? ¿Se van a mantener? ¿Vamos a asumir que las últimas decisiones de una cúpula ya considerada tóxica sigan siendo válidas? Es como si echáramos a los responsables de un máster fake… pero mantuviéramos los títulos. Una contradicción tan española como el pan con pan (comida de tontos —mi abuela dixit—).

Si el CTA estaba viciado, todo lo que ha tocado está viciado. Y eso incluye las promociones y castigos arbitrales y las propuestas a FIFA y UEFA, que huelen a protocolo más que a mérito. Cualquier solución que no revise y revoque, en su caso, esas decisiones, será papel mojado. O peor: será simulacro, como las Copas de Europa ganadas por ese equipo del que usted me habla, cuando en el arbitraje de la UEFA mandaba el CEO de UNICEF en Europa en el período en el que, ¡oh! casualidad, el cliente de Negreira llevaba la publicidad de la institución de la ONU gratuitamente. ¡Ah!, la filantropía…

Artikelbild:La purga, el miedo y el humo: crónica de una limpieza que no limpia nada

Hay quien dice que la destitución ha sido motivada por presiones del Real Madrid. Lo dice ese sector de la prensa deportiva untada durante años, de forma documentada, por el mismo club del que hablamos y que pagó a Negreira. Esa dama histérica que desayuna con editoriales tibios y merienda insinuaciones cobardes. El pecado original, dicen, ha sido Real Madrid Televisión, ese canal que ha osado mostrar errores arbitrales con datos, imágenes y sarcasmo. La culpa, por tanto, no es del corruptor, sino del que lo denuncia.

El relato se construye así: el Real Madrid, que nunca ha comprado árbitros ni vicepresidentes del CTA, es ahora el villano por haber exigido transparencia. Y la víctima es el Barcelona, que pagó durante décadas sin que nadie supiera exactamente por qué. Algunos incluso aseguran que todo esto es una maniobra para “condicionar” al nuevo estamento arbitral, como si ya no estuviera condicionado por, al menos, 8,4 millones de razones azulgranas. Tendría gracia si no fuera un relato organizado durante años que cala y cala sin cesar en la opinión pública.

Y claro, el barcelonismo tuitero ha activado el modo víctima. Lloran como vírgenes ultrajadas en redes sociales, lanzando proclamas sobre una supuesta “madridización” del arbitraje. ¿Madridización? ¿En serio? ¿Madridización es destituir a un grupo que, si no fue corrupto, convivió encantado con la corrupción? ¿Madridización es pedir que no asciendan árbitros premiados por el sistema Negreira? ¿Madridización es exigir transparencia?

¿Madridización es destituir a un grupo que, si no fue corrupto, convivió encantado con la corrupción? ¿Madridización es exigir transparencia?

Lo que duele, amigos culés, no es la limpieza: lo que duele es que alguien haya tenido el valor de empezar a barrer. Y eso, para quien lleva años pisando moqueta sucia, es insoportable. Porque, si cae esta cúpula, lo siguiente puede ser revisar los títulos, las decisiones, las designaciones, las trayectorias. Y eso ya no lo aguanta ni el más romántico de los del “més que un club”.

Esto no va de nombres, va de credibilidad, va de justicia, va de limpiar de verdad. Mientras los árbitros sigan protegidos por el corporativismo, mientras las designaciones no sean públicas, mientras no haya rendición de cuentas ni control externo real, todo esto seguirá oliendo igual. Con Medina o sin Medina. Con Clos o sin Clos.

Si esto fuera una película, estaríamos en el primer acto. Los villanos caen, el público aplaude, pero el veneno sigue en las paredes. La diferencia entre una purga y una regeneración es sencilla: la purga cambia a los hombres, la regeneración cambia las reglas. Y nosotros, los que llevamos años denunciando el lodazal, no queremos cosmética, queremos zotal.

Me despido de ustedes con la frase de mi gran amigo Javidatos: ser del Real Madrid es lo mejor que una persona puede ser en esta vida… ¡Hala Madrid!

Getty Images

Impressum des Publishers ansehen