La fuerza de una familia | OneFootball

La fuerza de una familia | OneFootball

Icon: La Galerna

La Galerna

·5. Mai 2024

La fuerza de una familia

Artikelbild:La fuerza de una familia

La fuerza de una familia, como la fuerza de un ejército, se funda en la lealtad de sus miembros.”

(Mario Puzo)


OneFootball Videos


Ya está en el zurrón la liga número 36 de las que ha conquistado el Real Madrid. Número que se queda corto, sobre todo sabiendo las fechorías que ha cometido el Barcelona durante 17 temporadas (fechorías documentadas), además de en 10 ó 12 anteriores, no documentadas, pero con claros indicios de corrupción. Es decir, que lo lógico sería que, a estas alturas del siglo, el Real Madrid superara con creces los 40 títulos. Para que se hagan una ligera idea de estas aberraciones estadísticas, ésta es, por ejemplo, tan solo la 4ª liga lograda por Luka Modric, que desde hace ya dos años tiene en su palmarés 5 Copas de Europa.

Ya comentó en este blog nuestro editor, Jesús Bengoechea, el enorme mérito de conquistar precisamente la liga de esta temporada. Ha habido una auténtica cacería antimadridista, orquestada por una gran parte de los medios periodísticos, que se cebaron contra el club merengue, por no hablar de los miembros ejecutivos del CTA, herederos todos de los Arminios y los Negreiras, en el poder arbitral desde los primeros años de la presidencia de Ángel María Villar como presidente de la denostada RFEF.

Artikelbild:La fuerza de una familia

El grupo de Ancelotti no va a poder batir el récord de los 100 puntos de la temporada 2011-12, la de los 121 goles, aquella en la cual Mourinho tumbó definitivamente a Guardiola y le obligó a abandonar al FC Barcelona por el desgaste sufrido, un KO inapelable por abandono, en términos pugilísticos.

Aun así, a no ser que en estas últimas jornadas el equipo se “deje llevar”, superará con creces los 90 puntos. No olvidemos que, de no haber tenido arbitrajes ultrajantes como en ambos duelos ante el Atlético de Madrid (Alberola Rojas en el Wanda y Cuadra Fernández en el Bernabéu), el de Ricardo De Burgos en Nervión, y el de Soto Grado en el Villamarín, más el expolio de Gil Manzano en Mestalla, con la no concesión del “fucking goal” de Jude Bellingham, el Real Madrid debería de haber sumado 6 o 7 puntos más, con los cuales el récord de Mourinho habría estado en serio peligro de ser batido.

Con todo y con ellos, la superioridad merengue ha sido insultante. Prueba de ellos son los plenos que logró ante los rivales que más cerca han estado – es un decir lo de cerca – es decir, un 5-3 al Barcelona, jugando a medio gas en ambas ocasiones, y un 7-0 al Girona, el equipo revelación de la temporada.

Artikelbild:La fuerza de una familia

Todo ello tras un inicio de campeonato más que preocupante, con la baja de Courtois por un periodo de más de 8 meses – no llegó a comenzar la liga – y la de Militao a los pocos minutos de empezar el primer partido en San Mamés. El mejor portero del planeta, nada menos, y el mejor central de la liga y uno de los tres mejores de Europa, sin duda alguna. Así empezaba la competición, allá por el mes de agosto, a lo que había que añadir la dolorosa despedida de Karim Benzema, el capitán y el faro de los últimas temporadas, elegido unos meses antes como mejor jugador del mundo al lograr a finales de 2022 el codiciado Balón de Oro.

un Real Madrid solvente como pocos, dificilísimo de batir y con unas cifras goleadoras aceptables pese a no contar con un ariete top, y con Bellingham, Vinicius, Rodrygo, Joselu y Brahim anotando entre los 5 casi 60 goles

Cuando todo parecía oscuro y la depresión más absoluta se cernía sobre Chamartín, apareció Jude Bellingham, 20 años recién cumplidos en verano, y que ya desde el primer partido asumió un liderazgo impropio de su edad, marcando goles decisivos en casi todos los encuentros, y abanderando a un equipo que, como bien saben los rivales, jamás se rinde. Con Jude ejerciendo de director de orquesta, ni las sucesivas lesiones de Vinicius o de Camavinga, por ejemplo, hicieron mella en el equipo que, exceptuando la encerrona a mediados de septiembre en el Metropolitano, empezó a sacar los puntos de 3 en 3, tanto en la liga como en la Copa de Europa. Alternando a Kepa Arrizabalaga y a Andriy Lunin en la portería, Ancelotti logró por fin que viéramos a un auténtico defensa central de leyenda, Antonio Rüdiger, que se autoproclamó jefe supremo de la defensa blanca. Junto a él, un inmenso Dani Carvajal, y, poco a poco, empezaron a funcionar como relojes suizos las piezas del centro del campo, con Fede Valverde, Kroos y Tchouaméni, más buenas apariciones de los atacantes brasileños, además de los buenos número de un “outsider” como Brahim y de un profesional experimentado como el ariete Joselu.

Artikelbild:La fuerza de una familia

El equipo se sobrepuso a finales de diciembre a una nueva desgracia, con la lesión de larga duración de David Alaba ante el Villarreal. Durante todo el mercado invernal de fichajes, no paraban de oírse voces exigiendo fichar otro central, ya que para todos los madridistas nos parecía una osadía no exenta de riesgo afrontar la etapa más dura de la temporada con tan solo dos. De esta forma, entre las lesiones y algunas sanciones, se llegó por ejemplo a afrontar el derbi capitalino en casa con Carvajal y Nacho como dupla en el eje central, lo cual costó el verse empatados en el último minuto en un partido que tenía que haber sido ganado con claridad, pese a las carencias defensivas. El colchonero Cuadra Fernández ayudó aquella noche a los suyos como nunca.

Pero el Madrid – que mientras tanto había conquistado con mucha superioridad la Supercopa ante colchoneros y culés en Arabia – no cejaba en su dominio liguero. Tchouaméni se convirtió en un defensa central de garantías, alternando actuaciones con Nacho, mientras que ya se veía al mejor Vinicius, que tomaba el testigo de Bellingham, agotado por su principio de temporada, con molestias en su hombro y con su tobillo maltrecho. Camavinga, Valverde y Kroos dieron lecciones en el centro del campo, Carvajal y Rüdiger seguían en una forma imperial, y Mendy ponía el cerrojo por su lateral, haciendo imposible la penetración de cualquier rival. Además, Carlo Ancelotti por fin se decidió por dar la titularidad al ucraniano Lunin, que respondió soberbiamente a esta confianza tanto en la liga como en la Champions, con exhibición incluida en el estadio del Leipzig.

Carlo Ancelotti, a quien le cuelga un injusto sambenito de ser tan sólo un gran gestor de egos, ha aportado muchas variantes tácticas de enorme nivel, como colocar a Bellingham de medio punta e incluso de falso ariete, convirtiéndole casi en el Pichichi de la temporada (aún puede serlo), o el haber acomodado a Vinicius también como delantero centro en muchos momentos

Aportaban por supuesto también Rodrygo, intermitente pero muchas veces genial, Lucas Vázquez y, cómo no, Luka Modric: éste último, por ejemplo, fue capaz de abrir la lata prácticamente al final del partido con un soberbio derechazo desde fuera del área al Sevilla de Sergio Ramos. Incluso pudimos ver chispazos maravillosos en los pocos minutos que pudo jugar la joven perla turca, Arda Güler.

La puntilla de la liga, que estaba ya más que encaminada, fue en el partido ante el Barcelona, con una victoria in extremis más que merecida, con gol de Jude Bellingham, que encontró premio a su abnegada labor, y con una exhibición de un buen actor secundario como Lucas Vázquez.

Artikelbild:La fuerza de una familia

A destacar este año las cifras de récord en defensa, con muchos partidos sin ser batidos, con menciones especialísimas para los ya nombrados Carvajal y Rüdiger, este último posiblemente el mejor defensa europeo del año, que, además de su enorme liga, pudo también destacar en marcajes en la Champions como el ejecutado al noruego Haaland, incapaz de marcar un gol al Madrid en 4 partidos jugados en los 2 últimos años. La lección más asombrosa jamás recordada por una defensa del Real Madrid tuvo un reflejo inmejorable e impoluto en la batalla de Etihad Stadium, siendo la continuación de una labor impecable durante el resto del año – las mejores cifras defensivas desde hace 60 años.

Carlo Ancelotti, a quien le cuelga un injusto sambenito de ser tan sólo un gran gestor de egos, ha aportado muchas variantes tácticas de enorme nivel, como colocar a Bellingham de medio punta e incluso de falso ariete, convirtiéndole casi en el Pichichi de la temporada (aún puede serlo), o el haber acomodado a Vinicius también como delantero centro en muchos momentos, alternando su querida banda izquierda con su compatriota Rodrygo. Además de sacar de su chistera a un Aurélien Tchouaméni como defensor central de garantías.

La liga de Bellingham, la de Lunin, la de Rüdiger, la de Vinicius, la de Kroos … muchos nombres propios para, en definitiva, la conquista de un título coral, demostrando una vez más la importancia del grupo por encima de las individualidades, siendo éstas absolutamente excelentes

En definitiva, un Real Madrid solvente como pocos, dificilísimo de batir y con unas cifras goleadoras aceptables pese a no contar con un ariete top, y con Bellingham, Vinicius, Rodrygo, Joselu y Brahim anotando entre los 5 casi 60 goles. Liga más que merecida, como lo son todas las que conquista el Madrid, al cual nunca se le regala absolutamente nada – ver el célebre saldo de penaltis y de tarjetas elaborado por Maketo Lari y Juanpa Frutos -, siendo, por ejemplo, el único equipo de los 20 de la liga que no ha sido favorecido ninguna tarjeta roja para sus rivales, una estadística que demuestra, por si aun hubiera dudas, que el Negreirato sigue vivo y muy vivo, 6 años después de la jubilación de Enríquez Negreira, pero cuyos herederos siguen haciendo una labor impagable para perjudicar en todo lo posible al único club que les ha plantado cara en los juzgados.

La liga de Bellingham, la de Lunin, la de Rüdiger, la de Vinicius, la de Kroos … muchos nombres propios para, en definitiva, la conquista de un título coral, demostrando una vez más la importancia del grupo por encima de las individualidades, siendo éstas absolutamente excelentes.

Un EQUIPO, en definitiva, haciendo honor a lo que es un deporte asociativo y colectivo, en el que cada aportación de cada uno de los miembros es sumamente importante. Recordando a William Shakespeare, en la célebre arenga del rey Enrique V de Inglaterra la víspera de la batalla de Azincourt ante el ejército francés, en el día de San Crispín:

“Nosotros pocos, nosotros felizmente pocos, nosotros, una banda de hermanos;

porque el que hoy derrame su sangre conmigo

será mi hermano; por vil que sea,

este día ennoblecerá su condición:

y los gentileshombres que están ahora en la cama en Inglaterra

se considerarán malditos por no haber estado aquí,

y tendrán su virilidad en poco cuando hable alguno

que luchara con nosotros el día de San Crispín.”

Getty Images

Impressum des Publishers ansehen