Javi García y Marcos Rojo, los únicos jugadores de Boca en participar en dos Mundiales de Clubes | OneFootball

El arquero ya había sido parte del plantel que perdió la final ante Milan en 2007, también como Miguel Ángel Russo como entrenador; mientras que el zaguero participó con Estudiantes en 2009, cuando el Pincha perdió la final con Barcelona.

Boca ya está en Estados Unidos en la recta final de la preparación para el debut ante Benfica. Esta tarde tendrá su segundo entrenamiento en Miami para empezar a definir el equipo que jugará el 16 de junio, con un plantel que cuenta con dos futbolistas que ya participaron de un Mundial de Clubes, aunque no con este novedoso formato: Marcos Rojo y Javier García.

Miguel Ángel Russo ya entregó la lista de 30 jugadores que, a priori, estarán en la cita internacional. A la espera de las llegadas de Marco Pellegrino, Malcom Braida y, por qué no, Leandro Paredes, la nómina cuenta con muchos jugadores de larga trayectoria, pero con solo el veterano arquero y el zaguero ex-Selección Argentina con experiencia en este certamen.

Marcos Rojo y aquella final perdida ante Barcelona con Estudiantes

Con apenas 19 años y tras haber disputado apenas un minuto en la Copa Libertadores 2009 que ganó Estudiantes, Marcos Rojo ingresó en el primer minuto adicionado de la final del Mundial de Clubes ante Barcelona, cuando ya Pedro había anotado el empate agónico que llevaba la definición al tiempo suplementario.

El actual referente de Boca reemplazó al Colorado Germán Ré para conformar aquella inolvidable línea de cinco defensores junto a Clemente Rodríguez, Christian Cellay, Leandro Desábato y Juan Manuel Díaz. La historia finalmente tuvo a Lionel Messi como héroe, otra vez, con un gol de pecho en el segundo tiempo suplementario para darle el título al elenco culé.

Javi García, el tercer arquero del Boca de Russo en el Mundial de Clubes 2007

Con Mauricio Caranta como titular y Pablo Migliore como primera alternativa, un Javi García de solo 20 años que todavía no había debutado en Primera División viajó como tercer arquero de aquella comitiva xeneize que iba por otro batacazo en Japón.

En ese 2007, tras el 1-0 ante el Etoile du Sahel, de Túnez, con tanto de Neri Cardozo, llegó aquella final ante el poderoso Milan, que terminó por tomarse revancha de la Copa Intercontinental 2003. El 4-2 en el que brillaron el fútbol de Kaká y los goles de Filippo Inzaghi terminó siendo el detonante del primer ciclo de Russo en Boca.