Imágenes de España | OneFootball

Imágenes de España | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: La Galerna

La Galerna

·15. Juli 2025

Imágenes de España

Artikelbild:Imágenes de España

Poco después de que una eximia vendedora del crecepelo centrista patrio expresara su deseo de que España, la España contemporánea de nuestros días, se pareciera más a Lamine Yamal que a Alfredo Landa, la estrella del Barcelona celebró su decimoctavo cumpleaños con una fiesta llena de putas y enanos. Como para darle la razón, supongo, a la ilustre mamarracha que se empeñaba en cultivar la infamia de atribuir a Landa la imagen de un país deplorable, carca y antiguo, que además de mentira es un insulto a uno de los más brillantes actores españoles de la historia del cine.

Imagino que Lamine Yamal, que lleva como poco un lustro al borde de la mayoría legal de edad, encarna a la perfección la España moderna, un lugar en el que las meretrices son cuestión de Estado y compañía habitual de los mandarines del Gobierno. No en vano, hace justo un año, tras la victoria de la Selección en la Eurocopa, Yamal fue proclamado por la progresía oficial el símbolo de una España nueva, joven y plural que, sobre todo, hacía rabiar a los fachas.


OneFootball Videos


Artikelbild:Imágenes de España

La anécdota me hizo pensar en las distintas imágenes que hay de España rulando por la imaginación popular y en los referentes españoles contemporáneos. Uno de ellos, por sus sonados triunfos recientes, es Luis Enrique. Quien, sin embargo, no encaja las derrotas tan bien como las victorias. Es natural. Con cada gol de su modesto PSG al Madrid, el otro día, parecía un saltimbanqui y, en cambio, al terminar la final del Mundial, partido en el que el Chelsea los despachó con holgura, emuló al Yoyas: personajillo paradigmático de la telebasura nacional de principios de siglo cuya especialidad era repartir hostias ruines como la que Luis Enrique soltó a un futbolista contrario sobre el césped, ante las cámaras de todo el mundo y la mirada del presidente de los Estados Unidos de América.

Rápidamente, otro personajillo, en este caso un chupatintas de la redacción de El Mundo, acudió raudo a disculparlo recordando que Mourinho le metió una vez el dedo en el ojo a Tito Vilanova, al que Dios tenga en su gloria. El interfecto usó la reveladora expresión nacionalmadridismo, supongo que para aludir a la vieja idea que asocia al Real Madrid con la misma imagen roñosa y apolillada de España que se empeñan en achacar al pobre Alfredo Landa. Cuyos personajes landistas, por otra parte, no eran sino curritos que empleaban sus merecidas y trabajadas vacaciones en las costas del Levante, sin hacer daño a nadie.

Lamine Yamal, que lleva como poco un lustro al borde de la mayoría legal de edad, encarna a la perfección la España moderna

El chupatintas del periódico, se me olvidaba comentarlo, presume de ser del Atlético de Madrid, que una vez fue, con Franco, el equipo del ejército. Podría haberse acordado, en vez de Mourinho y del Madrid, del Cholo Simeone y de su Atleti, que de violencia gratuita sobre rivales (recuerden al aún no veinteañero Varane en los segundos finales de la final de Lisboa de 2014) en el campo, y sobre contrarios, en las gradas y en las calles, saben un rato. Pero seguramente eso no es moderno y, por otro lado, la oligofrenia tiene sus manifestaciones características.

Artikelbild:Imágenes de España

Hay, pues, imágenes de España nuevas y rancias, frescas y mohosas. Los que van de modernos suelen ser bastante lerdos, falaces y clasistas. Todo es bueno mientras sirva para apuntalar una narrativa, lo que se llama un relato, completamente antifáctico pero, no obstante, de éxito generalizado. Da igual que los más de ciento veinte años de historia madridista estén llenos de ejemplos de que el Real ha sido siempre lo más moderno y avant-garde de un país cada vez más pequeño y acomplejado, cuyas élites periodísticas están a la altura de las políticas. A lo mejor muchos de estos listos han estado un mes siguiendo, muertos de envidia, la primera Copa del Mundo de Clubes en la que sus equipos, o no estaban o han hecho el ridículo. Al tiempo que un Madrid de contingencia avanzaba casi hasta el final. A la primera oportunidad que han tenido de saltar sobre el cadáver del león como hienas, no la han desaprovechado.

Personalmente me molesta que el Madrid siga ligado a ese landismo que, además de injusto, es la prueba palmaria de la cortedad de quienes lo esgrimen como insulto. A lo mejor lo que tenemos que defender con vehemencia los madridistas, sin arrugarnos ante los estúpidos prejuicios de los pseudointelectuales que controlan el mainstream mediático, es que en efecto la españolidad de la que enorgullecerse es la del Madrid pionero, libre, hidalgo y cosmopolita, y la del actor del Crack, Las verdes praderas, Los santos inocentes, La vaquilla o Historia de un beso. Que hay, en suma, aún quienes preferimos la honestidad y el quijotismo al bling-bling cutre y wannabe del presuntuoso icono (perfecto, por otro lado) del club más tramposo del deporte mundial, organización de estupefaciente historial criminal por más que eso, a los babayos, les parezca pasado de moda.

Getty Images

Impressum des Publishers ansehen