Flick aprieta el ataque: varios pueden quedar fuera | OneFootball

La llegada de fichajes como Nico Williams y los cambios de rol de Olmo y Raphinha reducirán el protagonismo de Lewandowski, Fermín o Pablo Torre.

La llegada de Nico Williams y los reajustes en el frente ofensivo del FC Barcelona provocarán un claro efecto dominó. El nuevo escenario apunta a más competencia, menos minutos para algunos y decisiones delicadas para Hansi Flick, que ya tiene un esquema en mente de cara al curso 2025/26.

En el club son conscientes de que ciertos fichajes, como el del guardameta Joan Garcia, generan inevitablemente ‘atascos’ en zonas muy pobladas. En su caso, convive en la plantilla con Ter Stegen (contrato hasta 2028), un Szczesny al que se quiere renovar por dos temporadas, y un Iñaki Peña con vínculo vigente hasta 2026. Situación similar ocurre en el ataque.

La inminente incorporación de Nico Williams, por más de 60 millones de euros, responde al deseo de reforzar el perfil izquierdo y liberar definitivamente la salida de Ansu Fati, que nunca ha entrado en los planes de Flick como titular. Nico llega para ser importante desde el primer día, algo que condicionará la estructura ofensiva.

Además, el cuerpo técnico confía en un Raphinha que acumula 34 goles y 25 asistencias, y que podría retrasar su posición a la mediapunta. Ese movimiento, a su vez, desplazaría a Dani Olmo hacia el eje del ataque, donde competirá con Lewandowski y Ferran Torres, mientras Lamine Yamal seguirá siendo indiscutible en banda derecha.

Este rediseño ofensivo puede dejar a varios futbolistas con menos protagonismo. Pablo Torre es uno de los primeros en salir: buscará minutos fuera, aunque el club quiere mantener el control sobre su evolución. También Fermín López podría ver reducida su participación, especialmente en la mediapunta —más congestionada con Raphinha y Olmo— y en la izquierda, ahora con Nico como prioridad.

El caso de Lewandowski también se sigue de cerca. Pese a sus buenos números goleadores, el club contempla reducir su carga de partidos por su edad (36 años) y para mantener la intensidad en la presión tras pérdida. La gestión de sus minutos será clave para evitar riesgos físicos.

En el Barça no quieren perder talento por acumulación, pero saben que si algún jugador percibe que tendrá un papel residual, podría pedir salir ya sea en verano o durante el mercado invernal. La última palabra, como siempre, la tendrá Hansi Flick.