La Galerna
·11. November 2024
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Pionero del club blanco en su etapa como jugador, Pepe Berraondo fue uno de los primeros estandartes de la historia merengue. Un futbolista carismático y muy querido. Desde la defensa lideró a los madridistas a principios de siglo a la consecución de cuatro Copas seguidas entre 1905 y 1908. Su periplo como estudiante y futbolista en Inglaterra le hizo acreedor de grandes conocimientos y tácticas que puso en uso a su regreso España cuando se estableció en Madrid. Posteriormente militó en la Real Sociedad y también ejerció como prestigioso árbitro y un respetado periodista deportivo.
Berraondo jugador
En su faceta en los banquillos dirigió a la Real, el Vasconia y la selección española junto a Julián Ruete y Paco Bru (y un partido con Manuel Castro) en una primera etapa en 1921. Volvió a la entidad madridista como entrenador de cara a la temporada 1927-28 y lo hizo, pese a sus reticencias, compatibilizando dicho puesto durante varios meses con el de seleccionador nacional en un segundo periodo. José Ángel Berraondo había nacido en San Sebastián el 4 de noviembre de 1878 y se trataba de uno de los personajes más relevantes del balompié español en las primeras décadas del siglo XX.
José Berraondo
Berraondo sustituyó en el Real Madrid al dúo Santiago Bernabéu y Pedro Peris, que ejercieron como técnicos eventuales en la gira veraniega por América tras la salida del anterior entrenador Juanito Cárcer. El vasco, según publicó el diario El Liberal, llegó a la casa blanca el 18 de agosto de 1927. Un mes antes, en una entrevista en el diario independiente Euzkadi confirmó que había sido nombrado como seleccionador español: “no lo he aceptado más que en principio. Porque si bien yo estoy dispuesto a desempeñar una función en la que no me habrán de faltar sinsabores, quisiera también que me otorgaran facilidades que yo estimo precisas para que tanto la selección como el entrenamiento de los elegidos se haga con las más garantías de éxito. Yo tenía, estos días precisamente, una oferta para desempeñar la gerencia del Real Madrid cuando me ha llegado, inesperadamente, la noticia de mi nombramiento federativo”.
Fichaje de Berraondo
Al mismo tiempo de su llegada al club blanco, se creó el puesto de secretario técnico para Pablo Hernández Coronado y aterrizaron en el equipo jugadores de importante calado como Esparza, del Tolosa; Urquizu, del Osasuna; Prats, del Real Murcia y Gual, del Pasayako.
En ‘Gran Vida’ se realizó una semblanza sobre su persona y pensamientos del puesto de entrenador: “no rajarse nunca ante nada; aprovechar para entrenarse todos los días posibles, aunque diluvie; endurecer, en fin, a sus poulains; he aquí el substráctum de su entrenamiento. Los corolarios naturales son: que los pulmones de aquellos crezcan y los músculos se aceren; pero, sin embargo, no es tan partidario de la mera gimnasia como alguno pueda colegir; ni lo es tampoco del extremo opuesto, o sea del mero pelotear con el balón: lo imprescindible para no descuidar pulmones y músculos y luego muchos partidos de entrenamiento, con toneladas de barro o con suelo de marfil. El partido es en rigor la síntesis de todo, pues en él se dan los saltos más adecuados, las carreras más indicadas y el desarrollo de la vista futbolística y toque de balón. Esto es, al menos, lo que parece que debe creer, a juzgar por la abundancia de partidos que a sus jugadores les da, aunque estén solicitadísimos por otros matches de campeonato o del torneo minimalista”.
Berraondo dirige un entrenamiento del Real Madrid
El propio entrenador escribió una pieza en Nuevo Mundo sobre la preparación de los jugadores de fútbol. En el artículo Berraondo explicaba que “ante el crecido número y la importancia de los partidos que se celebran, se ha hecho necesaria la intensificación de la preparación física de los jugadores. Estos han de adquirir la forma que se precisa para rendir el esfuerzo que exige la recargada temporada, poniendo especial cuidado en que las energías no se desgasten, pues el abuso trae consigo descenso de facultades, que influyen poderosamente en el juego de los futbolistas. Los entrenadores deben llevar sus vastos conocimientos, cada trainer tiene un sistema especial de preparación. La base principal es la práctica de aquellos ejercicios que produzcan la finalidad que se persigue. Los sprints, las carreras de velocidad, las carreras de fondo, los saltos de altura y en longitud, los de valles, los de cuerda y, finalmente, la gimnasia sueca, permiten que el jugador adquiera la velocidad, resistencia, agilidad y flexibilidad que requiere el juego rápido que hoy día se practica”. Hizo especial mención a la gimnasia sueca que “debiera ser en España ejercicio obligado en todos los Centros de enseñanza”. Por último, insistía en que “el estado de buena conservación física depende tanto de una vida ordenada como del mejor estado de preparación orgánica”.
Berraondo, entrevistado
A la vuelta del equipo de la exitosa gira por América comenzaron las competiciones nacionales. Los blancos compatibilizaron su participación en el Campeonato Regional con la del Torneo de Campeones, una competición que fue un ensayo para la Primera Liga y que reunía a los seis campeones de Copa. La organización acabó por ser un desastre, con un calendario improvisado, varios aplazamientos y algunos clubes no llegaron a jugar sus diez partidos y se quedaron en nueve. El cuadro madridista terminó en 4º lugar con ocho puntos.
Real Madrid-Athletic Club del Torneo de Campeones
En el Regional, el Real Madrid terminó en lo alto de la tabla, conformando un triple empate a puntos con Athletic de Madrid y Racing. Se jugaron tres partidos para dirimir al campeón, y aunque en el Metropolitano los merengues vencieron 0-4 al Racing, la derrota en Chamartín contra los colchoneros por 1-3 les dejó sin título. Sí consiguieron, pese la derrota, la clasificación para la Copa del Rey.
No fue una campaña fácil para Berraondo al ostentar el cargo de seleccionador. Durante la temporada, en dos ocasiones debió dejar sus funciones en el conjunto madridista para irse a dirigir a España. La primera fue el 10 de enero de 1928 en un amistoso contra Portugal en Lisboa y la segunda el 22 de abril en otro amistoso frente a Italia en Gijón.
Berraondo, seleccionador nacional
En ‘Gran Vida’, se escribió que tuvo algún problema como el caso Cholín, cuando al delantero centro de la Real Sociedad se le prometió la internacionalidad si fichaba por los madridistas. Berraondo, un buen deportista y caballero, recibió críticas porque no se pensaba de él realizar una gestión así. Otro asunto que causó revuelo en la prensa vasca fue la recusación madridista del árbitro guipuzcoano Insausti, aunque Berraondo explicó que su informe al club era positivo y la decisión vino de un directivo que no veía bien a un colegiado vasco para un choque contra el Athletic. También se tuvo en cuenta que el acaparamiento de ambos puestos era una coacción para jugadores, árbitros, etc. Y que, por vigilar al equipo nacional, forzosamente desatendía al club blanco, pues la ubicuidad era imposible. Berraondo llegó a presentar la dimisión tras el partido contra la azzurra que no le fue admitida por el Comité Nacional y acabó dirigiendo al equipo nacional en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam.
José Berraondo
En el Campeonato de Copa los resultados tampoco fueron los esperados en el cuadro merengue. El inicio fue esperanzador en la fase de la liguilla después de haber superado la eliminatoria de clasificación ante el Patria FC. El Real Madrid tenía rivales de entidad, pero consiguió quedar entre los dos primeros puestos que garantizaban el billete a la siguiente ronda. El equipo blanco terminó en segundo lugar empatado a puntos con el Alavés de Ciriaco y Quincoces y dejando fuera entre otros al Athletic Club, Athletic de Madrid y Racing. Los mejores triunfos llegaron ante los colchoneros, tomándose la revancha del Regional, a los que ganaron en los dos encuentros, con especial importancia el de Chamartín por 3-0. También fue importante la victoria en el feudo blanco contra un potente Athletic Club por 3-2. En cuartos de final, el rival fue el Valencia. Se esperaba pasar ante los che, pero el partido de ida en Chamartín supuso un gran chasco en las aspiraciones merengues. El Valencia logró un valioso empate y en Mestalla ser superiores en la primera mitad les fue suficiente para apear al Real Madrid.
Real Madrid, 1928
La temporada concluyó de forma feliz con un título en el mes de junio. En la Copa Federación Centro, que reunía a partido único al campeón y subcampeón del Regional, se midieron al Athletic de Madrid. Berraondo no pudo dirigir a los suyos, ya que estaba volviendo de los Juegos Olímpicos y ese mismo día 7 la expedición llegó a San Sebastián y él almorzó en Irún. Sin el técnico en el banquillo y con los infantes don Juan y don Gonzalo en el palco de Chamartín, el Real Madrid se impuso al cuadro rojiblanco con claridad por 3-0.
Partido de Copa Federación frente al Athletic de Madrid
Tras el torneo olímpico Berraondo volvió a presentar su dimisión como seleccionador nacional y esta vez sí se la aceptaron. Parecía entonces que continuaría en la casa blanca y en septiembre se incorporaría a la pretemporada que hasta entonces dirigía Santiago Bernabéu. Sin embargo, a comienzos del mes de octubre saltó la noticia con la dimisión del técnico de forma irrevocable de su cargo como entrenador madridista. Los motivos aducidos es que se retiraba discretamente de la vida activa del fútbol y que lo hacía por motivos personales y de salud. Dejó la capital y se marchó a Hernani, donde residían sus familiares.
Dimisión de Berraondo
Fotografías: archivo Alberto Cosín
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