La Galerna
·27. Januar 2025
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Hay muchos factores que influyen a la hora de triunfar. El éxito no es solo hijo del talento, el trabajo y el esfuerzo (solo hay que echar un vistazo a la política y sus tentáculos), en él juega un papel determinante la suerte. Así lo defendieron en su día figuras como Paul Newman y Woody Allen, recuerden aquella escena de la pelota de tenis golpeando la red al comienzo de Matchpoint. Sin embargo, hay otros elementos clave aunque a priori puedan parecer absurdos. Los hechos lo confirman.
Hace un tiempo les conté en estas mismas páginas que un detalle, en principio sin mayor relevancia, como es la elección de la altura de la cinturilla de los pantalones de Mbappé, tuvo como consecuencia una esperanzadora actuación del francés frente al Girona. La postura de Kylian en aquella imagen hacía sospechar lo que les vengo a exponer en esta pieza.
¿Qué relación hay entre una cosa y la otra? En términos deportivos, ninguna, pero funciona. La prueba está en que desde entonces el juego y los goles de Kylian no han dejado de mejorar y crecer, respectivamente.
En la actualidad, Mbappé es uno de los futbolistas más en forma del planeta. Como ocurría con Cristiano, el Madrid comienza los partidos con (al menos) un gol a favor. Puede concluir la campaña superando los números de Ronaldo, lo cual es decir mucho.
Dado el momento de Kylian, cabe preguntarse: ¿además de lucir pantalones de cuello vuelto y trabajar con denuedo, qué ha hecho Mbappé para alcanzar este envidiable estado de forma? La respuesta es muy sencilla de responder para cualquier observador: Mbappé ha aprendido a bailar sevillanas.
La realidad, de nuevo, es irrefutable. Apréciese en la imagen de arriba la postura de los brazos del astro galo, típica de este baile donde han de estar bien estirados, así como la espalda. Y la cabeza, erguida.
Frente al Valladolid, Mbappé puso en práctica las habilidades flamencas aprendidas y adoptó la postura necesaria para embocar de primeras a gol tras una pared con su pareja de baile del primero de la noche: Bellingham.
Hay más pruebas de que Kylian está aprendiendo a bailar sevillanas, fíjense en la mano derecha del 9 vikingo en el momento del lanzamiento del penalti con el lacraba su primer triplete con el Real Madrid.
No admite dudas, ¿verdad? Pues la cosa viene de antes. Observen, por ejemplo, otro penalti, el que lanzó contra la UD Las Palmas. Las manos. Cojo la manzana, me la como y la tiro. Cojo la manzana, me la como y la tiro. Con esta técnica, Mbappé dejó de tirar los penaltis malamente. Tra, tra.
El genio de Bondy es muy celoso de su intimidad y no ha dado detalles sobre este tema, pero en la deep web pueden encontrarse imágenes de Kylian practicando su arte con la Giralda de fondo.
Investigando por foros encriptados y bares de mala muerte he averiguado la identidad de quien con casi total seguridad está enseñando a Mbappé a bailar sevillanas después de comer un arroz con bacalao en lo alto del puerto, aunque mañana sea martes.
Me ha llegado algo más, aunque debo calificarlo solo como rumor dado que únicamente hay un documento gráfico que lo avale y este no pertenece a una jugada de gol, por lo que su influencia en la buena forma del francés no parece decisiva: hay quien afirma que Mbappé también está estudiando los ademanes y palabras propias del lenguaje de Chiquito.
¡Jarl!
Hay sevillanas de Feria, sevillanas rocieras, sevillanas corraleras, sevillanas boleras y, a partir de Kylian, sevillanas futboleras. Después de subirse los pantalones hasta el ombligo, el 9 ha decidido mejorar su duende futbolístico con este arte.
Propongo que la afición le cante en el Bernabéu: «Mírala cara a cara que es la de Kylian». La primera, la segunda y la tercera, como en Pucela. Su primer hat-trick. Cada vez parece más obvio que el fichaje de Mbappé venía preñado de goles.
Getty Images y Grok